Moon || Hyunmin

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Kim Seungmin se removió suavemente, intentando mediante su sueño bloquear de cualquier manera aquellos rayos de sol que estaban cayendo directamente contra sus ojos.

Intento acomodarse de la mejor forma posible hasta que su cuerpo chocó contra otro, haciéndolo abrir los ojos lentamente.

La imagen que le dio la bienvenida al nuevo día fue la de Hwang Hyunjin, quien se encontraba a su lado izquierdo, recargado en uno de sus brazos mientras el otro se encargaba de proporcinar sombra para los ojos del menor. Podía disintinguir con facilidad que el rubio llevaba despierto una cantidad de tiempo considerable por la manera en que lo estaba observando.

Su mirada se encontró con la suya, siendo capaz de apreciar al instante como aquellos pares de ojos oscuros parecían adquirir vida e iluminarse por completo al conectarse con los suyos.

Su cabellera rubia ciertamente desordenadalo hacía lucir una imagen extrañamente adictiva mientras que sus labios dibujaban una suave y sutil sonrisa. Una que contagió e hipnotizó al castaño por completo.

Y en ese momento, Seungmin pensó que no habría una mejor forma de despertar.

—¿Ya crees que es momento de despertar, bonito?

A pesar de que el menor solía ponerse bastante nervioso, inquieto e incluso avergonzado por aquellos apodos que Hwang solía decirle muy de vez en cuando, en ese preciso momento, para Kim Seungmin no podía sonar más lindo.

¿Por qué se sentía tan contento y tranquilo a pesar de haber sufrido la peor pesadilla de su vida tan solo hace unas horas?

Hyunjin solo pudo mantener aquella estúpida sonrisa cuando la única respuesta de Seungmin fue cerrar nuevamente los ojos y acurrucarse mejor a su lado.

—Aún no. —murmuró, acomodándose mejor en el brazo disponible del mayor. —Me siento cómodo.

—Te ves cómodo. —concordó, enternecido con la imagen. No tardó en acomodar un poco aquellos mechones ondulados que caían sobre el rostro del menor. —¿Ya te sientes mejor?

Seungmin asintió, abriendo los ojos.

—Lamento haberte asustado ayer.

—No te preocupes por eso.

—No, en serio, creo que yo sufriría de un infarto si escucho a alguien gritar en mitad de la madrugada. —Seung rió un poco junto al mayor, antes de levantar un poco la cabeza. —Gracias por lo de ayer, de verdad. No quería incomodarte y hasta tuviste que pasar la noche aquí.

–Creo que deberías aprender que clase cosas me incomodan de verdad. —el menor solo pudo fruncir el ceño cuando Hyunjin le tapó la vista con su propio cabello.

—Si fueras claro, lo sabría.

—Soy de acciones más que de palabras. —mencionó tranquilamente, siguiendo con su tarea de cubrir el rostro del menor con sus mechones de cabello. —Además tú no puedes decirme nada de que no soy claro. Eres igual o peor que yo.

Seungmin abrió la boca con cierta indignación, aunque sabia en el fondoqque era completamente cierto.

—Claro que no.

—¿No? Me has dicho cosas que realmente me revuelven la cabeza. —admitió, dejando un pequeño espacio en uno de los ojos del menor para que pudiera ver. —Siento que lo que dices es como un rompecabezas que debo resolver.

El castaño se reincorporó un poco en su lugar. Aquel comentario le había llamado la atención.

—¿Como qué?

Hyunjin imitó su acción. Ambos chicos quedando frente a frente.

—Como lo de anoche.

El ritmo cardíaco del menor comenzó a acelerarse. Oh, dios. Lo había olvidado.