Moon || Hyunmin

[16]

—¿Interrumpo algo?

Ambos chicos voltearon al mismo tiempo al escuchar una tercera voz mientras ambos estaban en aquella cama perteneciente al menor. Seungmin estaba sentado mientras que al frente se encontraba Han Jisung, acostado boca abajo mientras realizaba su tarea.

Los dos fueron capaz de ver a Hwang Hyunjin recargado en el marco de la puerta mientras disfrutaba de aquel dulce que tenía en la boca.

—Sí, demasiado. —Hyunjin solto una risa por el comentario de Han. —Ya vete. Estamos ocupados.

—¿Ocupados en... pintarse las uñas? —observó mientras se acercaba, quitándose la paleta de la boca unos segundos al poder ver como su mejor amigo estaba tan concentrado en darle un color lila a la uñas del menor. —¿A eso lo llamas estar ocupado?

—Por si no lo sabías, este es un trabajo más complicado del que parece. —contradijo Jisung, sin despegar la mirada de lo que hacía. —Y lo haces ser aún más difícil cuando vienes y haces que Seungmin se ponga nervioso porque no puedo trabajar con su mano temblando así.

—¡E-eso no es verdad! —se defendió rápidamente Seungmin, con los colores presentes en sus mejillas, haciendo sonreír por lo bajo a Han. —¡Soy así naturalmente!

—¡Bien, bien! Yo solo decía...

—Están lindas. —cualquier rastro de molestia o vergüenza se esfumó de su cuerpo en cuanto tuvo la atenta mirada del mayor encima, junto con aquella simpática sonrisa alegre de siempre. —Se te ven bien.

Seungmin automáticamente sonrió, mirando sus propias uñas al instante.

—Gracias. —el menor no entendía porque sentía su corazón bombear tan rápido por un simple elogio. —Jisung me convenció. Realmente nunca lo había intentado.

—Ya veo. —Hwang se quedó un momento observando aquella bonita y encantadora imagen, para luego recordar el motivo de su inesperada visita. —De todas formas, vine a avisar que vuelvo en un rato. Tengo que salir con Felix a ver unas cuantas cosas.

—Como si fuera algo nuevo. —ironizó Jisung, sacudiendo un poco el envase de esmalte. —Sinceramente a veces pienso que se van a comer o a juguetar por ahí antes que trabajar.

—Oh por favor, claro que no.

—Felix tuvo TDAH por toda la secundaría y tú eres un imbecil que le sigue el juego. —Jisung finalmente se reincorporó en la cama mediante un quejido por el dolor en su espalda. —¿Crees que me creo todo eso de que ambos pasan horas sentados hablando solo del trabajo?

—Al menos tengo uno.

—Si no me gustara venir a pasar tiempo con Seungmin, no vendría, tenlo por seguro. —Hwang solo pudo reir al haber logrado molestarlo por la mirada amenazante que tenía. —Ya lárgate. Me quedo con Seungmin.

—Bien, bien, no demoraré. —Hwang, aún de pie al lado de aquella cama, dirigió su mirada al castaño. —¿Quieres que te traiga algo en el camino? ¿Necesitas algo? ¿Algo que te guste, quizás?

Seungmin al instante alzó la mirada, para poder negar con aquella leve sonrisa.

—No es necesario. Estoy bien así.

—De acuerdo. —Min solo pudo sonreír aún más cuando Hwang le acarició el cabello con dulzura. Sinceramente, debía admitir que amaba ver los ojos contrarios tan enfocados en él. Su forma de verlo era algo cautivadora. —Sigue divirtiéndote.

Min cerró un poco los ojos cuando el rubio le revolvió el cabello de forma juguetona antes de salir de la habitación. Un hábito que Seungmin había notado que Hwang había desarrollado a lo largo de su estadía juntos.