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Él está allí.

Seungmin está allí.

Sin embargo y sin alguna razón en específico, Hyunjin no sentía que todo estuviera en orden.

No cuando podía ver desde el balcón al menor con la cabeza escondida entre sus piernas, con una leve capa de neblina decorando todo el ambiente, por lo que se apresuró a bajar de su departamento.

Parpadeando varias veces por la fría temperatura de la neblina, Hwang logró caminar hasta la pequeña figura que veía a lo lejos, no evitando sonreír un poco al verlo en aquella conocida posición.

—Seungmin. —llamó, sentándose a su lado. —No te vi ayer. ¿Qué pasó?

La única respuesta que obtuvo fue el precipitado peso ligero de Seungmin encima, quién con las pocas fuerzas que tenía, se lanzó abrazarlo y dejarse desvanecer entre lágrimas y llanto más tarde.

—Seungmin. —se exaltó un poco Hwang al caer en la situación, abrazando más al menor por el puro instinto y preocupación. —¿Qué pasó? ¿Estás bien? —aunque intentó levantar el rostro del menor con desespero, Kim se negó, escondiéndose en la curvatura del cuello de Hwang. —¿Sucedió algo? Por Dios, me preocupas. Solo necesito... necesito que me digas algo, que ocurrió o...

Hyunjin guardó silencio cuando sintió una leve presión en su brazo izquierdo, que era ejercida por la mano del castaño mientras negaba con la cabeza constantemente, dándole a entender que no quería hablar del tema.

—Bien, bien. Solo... —Hyunjin maldijo entre dientes por no saber que hacer. Tenía que mantener la calma. —Hace mucho frío aquí. Demasiado. ¿No te gustaría ir a mi departamento? ¿Uhm? —cuestionó, consiguiendo ver finalmente los ojitos cristalizados de Seungmin cuando levantó la cabeza. —Puedo... puedo preparar algo de comer o beber, hay calefacción y estaremos más tranquilos. ¿Te parece? Cuando tengas que irte bajaremos. Te lo prometo.

Seungmin, envuelto en el calor corporal de Hwang y rehusado a abandonar aquella sensación protectora que recibía por parte del mayor, solo pudo asentir en silencio.

Minutos después, los ojos del menor admiraban el cálido ambiente del departamento del rubio, sentado en uno de los sillones del salón, esperando pacientemente la bebida que Hwang había insistido en prepararle una vez se había calmado lo suficiente.

Sus dedos recibieron a gusto la taza de chocolate caliente que Hyunjin le había entregado con una suave sonrisa antes de sentarse a su lado.

—Puedes quitarte el abrigo, si quieres, de un rato la calefacción va a subir la temperatura.

Dudoso de su decisión, el menor hizo caso, quedándose en su suéter largo que lograba ocultar sus golpes. No dejó pasar ni un segundo en darle un pequeño trago a su bebida, cerrando los ojos por el delicioso sabor y la caliente sensación que lo envolvió.

Mientras Hwang, por otro lado, se cuestionaba si Seungmin se alimentaba correctamente al verlo sin ese gigante abrigo habitual, observando lo bastante delgado que era aún usando varias capas de ropa.

—¿Mejor?

—Sí... muchas gracias. —murmuró Seungmin, más tranquilizado por el pacífico ambiente y por las suaves caricias de Hwang en su cabellera. —Es lindo tu departamento, por cierto.

—Oh, vaya gracias. Creo que eres la primera persona que viene aquí. —Hwang observó con detenimiento la forma en la que Seungmin tenía enfocada su mirada en su ventana para poder ver a la luna. —No puedes dejar de verla. ¿No?

Seungmin sonrió apenas, bajando un poco la mirada.

—Me hace sentir como si todo estuviera en orden, lo he dicho antes. —Kim dejó su taza a un lado para poder girar a ver al más alto. —Lamento haber hecho que me trajeras, en serio me pasé está vez. No quería molestarte...

Moon || HyunminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora