Moon || Hyunmin

[10]

—¿Todo bien por aquí?

La voz de Hyunjin lo hizo voltear rápidamente, dejando de ver por la ventana aquel panorama nocturno y dándose cuenta como el contrario se encontraba en el marco de la puerta con una pequeña sonrisa.

—Sí, no te preocupes. —respondió, con una leve sonrisa. —La habitación es muy linda, por cierto.

—Si en algún momento quieres decorarla a tu manera, solo hazlo. No necesitas mi permiso. —avisó, con la intención de que el menor se sintiera como en un hogar de verdad. —Si te gusta mucho un tema en especifico, dímelo y podemos buscar cosas relacionadas a eso para que te sientas más cómodo aquí.

—Creo que tú sabes bien el tema que me gusta en específico. —Seungmin con aquella pequeña sonrisa, solo pudo abrazar sus rodillas y ver un poco por aquella ventana. —Es difícil verla desde aquí.

—Sí, lo sé, desde aquí no se ve muy bien la luna aunque, irónicamente, estemos en un edificio bastante alto. —Hwang se acercó, sentándose a su lado en aquella cama para poder observar a través de la ventana. —Hay bastante niebla.

—Sí. —murmuró el menor, en la oscuridad de su habitación antes de bajar la mirada. —¿Crees que ya... ya lo haya notado?

—Es media noche, de seguro que sí.

Seungmin solo pudo tomar un profundo respiro, cerrando los ojos. No queriendo ni imaginarse todo el desastre de ira, furia y rabia en el que seguro se encontraba Chris en ese momento.

Juraba escuchar los vidrios rotos caer contra el suelo, los gritos de Christopher, el lío de alcohol derramado en el suelo y los miles de vasos y platos arrojados con brusquedad a cualquier lado.

Dios, con solo imaginarlo podía sentir su piel erizarse.

Mientras Hyunjin, con tan solo una mirada, podía inferir el desastre emocional que Seungmin tenía por dentro.

Min no tardó en sentir un brazo colocarse sobre sus hombros, para luego de esa manera acercarlo hacia al mayor hasta que su cabeza quedo acostada en el hombro izquierdo de este, quien se dedicó a acariciar suavemente su cabellera con tal de relajarlo un poco.

—Sé que debes estar preocupado o angustiado ahora por su reacción, pero lo digo en serio, Seungmin, estás protegido aquí.

El castaño, intentando ser fuerte por una vez en toda su vida, hizo su mayor esfuerzo en tragarse aquel horrible nudo en la garganta que amenazaba con romperse y quebrarlo en llanto.

No podía permitirse que una simple muestra de cariño lo hiciera llorar de esa manera.

¿Tan dañado estaba su propio corazón?

—Yo entiendo que tengas miedo y, de verdad, es completamente válido. —confortó el rubio, algo triste de sentir mediantes sus caricias aquella herida que Seungmin aún tenía en la cabeza. —Pero al menos quiero que seas consciente de que ya no estás solo en esto. Me tienes a mí ahora e incluso a Jisung, por más raro que suene y sea.

La risita baja de Seungmin, en mitad de la oscuridad  y a pesar de estar un poco desanimado, fue lo único que pudo sacarle una sonrisa.

—Me cae bien, es divertido. —comentó, limpiando un poco las lágrimas de sus ojos con la manga de su sueter. —No pensé que fuese así.

—¿No?

—Es que como tú eres un refinado artista, amante de las cosas "únicas" y aficionado a las cosas antiguas, pues creí que tu círculo de amigos era parecido a ti. No me imaginé que tu mejor amigo sería un chico ruidoso, adicto al celular, bastante liberal y que no para de hablar.