. . . ❪ 𝗲𝗻𝗱 𝗴𝗮𝗺𝗲 ❫
Apolo, dios del sol, la música, la medicina,
la verdad y las profecías, un dios representante de la belleza masculina y el arte, cualquier
persona, criatura o dios caería ante sus pies.
Claro, todos m...
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miles de años atrás OLIMPO, GRECIA
A Apolo no le gustaba aceptar que se enamoraba muy fácil y muy rápido. El aceptaba que quizás era muy promiscuo, le gustaba gustarle a la gente y se moría de ganas de estar en la cama de diferentes mortales o divinidades, pero eso no lo hacía un "fácil de enamorar".
Bueno, Castalia le gustó a primera vista, pero tampoco que se enamoró cual adolescente en plena secundaria con sólo verla y sin conocerla. Apolo acepta que su enorme curiosidad por la chica fue alimentada poco a poco por el verla pasear por el jardín de su templo, sin embargo, el dios Apolo, terminó rendido a los pies de la diosa de los sentimientos al verla volar con sus tres dragones sobre los hijos de Gea quemando e hiriendo a los gigantes que atacaban a los dioses.
Verla peleando junto a ellos en la guerra de Gigantes, luciendo tan poderosa, temible e inalcanzable lo hizo caer redondo por ella.
Sin embargo, a pesar de estar enamorado de ella tanto física como sentimentalmente, Apolo también se mostró muy preocupado cuando por varios años la diosa de la inocencia no se presentó en el mundo mortal.
Los dioses estaban preocupados, desde el incidente con Celestia y Rose, Castalia con suerte se había siquiera girado a mirar al mundo mortal. Esto les preocupaba ya que con la falta de la diosa que equilibraba los sentimientos humanos, brindaba ayuda en todos lados y era la encargada de avalar la valentía de los héroes, el mundo mortal se estaba sumiendo en un pequeño caos que si no se resolvía cuanto antes todo podía derrumbarse.
—Caremelito, tu hijito está mirándome como si yo fuera un caramelo —Apolo se paró justo al lado de Castalia sin querer parecer asustado del hecho de que Dreamfyre lo miraba con sus enormes ojos violeta como si quisiera devorarlo de un bocado.
Apolo se sentía alagado cuando era mirado con deseo porque sabía que era un bombón precioso, pero no quería que su historia terminara con un dragón del tamaño de una ciudad entera.
