Max es un alfa que a simple vista es perfecto. Tiene como novia a una hermosa omega llamada Kelly, es campeón del mundo en la fórmula 1, y es un alfa dominante que ejerce presión con una simple mirada. Cualquiera pudiera pensar que lo tiene todo par...
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Terror. Era como si estuviera viendo una película de terror. Aquel grotesco hombre se acercaba a paso lento pero firme hacia mi. Yo no podía moverme, mi piernas temblaban y sentí un líquido extraño recorrer mis muslos. Sentía terror.
Me era difícil respirar y con lo gemidos que soltaba involuntariamente sin alguna razón no facilitaba el trabajo.
-Shhh... Ya Omega, tu alfa está aquí- exclamo aquel hombre. Asqueroso
Me llevo casi arrastrando por el piso hacia un lugar más oscuro.
Ayuda. Era lo único que podía pensar.
-Por favor... Se lo suplico, no me haga na...-
Me interrumpió unos labios que se posaban sobre los míos. Sabían demasiado a alcohol. Sentía mi estómago revolverse.
Sus labios se movían de manera demandante y yo me limitaba a tratar de alejarlo aunque mucha fuerza no tenía.
-Bast...- al intentar decir algo su repugnante lengua entro a mi boca.
Sentía como si en ese momento pudiera morir. Mi vista poco a poco se nublaba.
Sus manos empezaron a recorrer todo mi cuerpo, en un punto se concentraron en mi nalgas y las empezó a apretar.
-Dios mío... Estás buenisimo- dijo mientras me quitaba el pantalón.
Comenzé a sollozar, no estaba en mis cinco sentidos pero sabía perfectamente que yo no quería esto.
Me quitó el pantalón y me asquee de mi mismo al ver mi pene erecto. Estaba más que seguro que nada de lo que hacía aquel asqueroso hombre me agradaba así que tenía que tener otra explicación.
-Mira que mojadito estás omega. Te dejaré mucho de mis cachorros dentro de ti.- afirmó acariciando mi vientre y recorriendo su mano hacia mi ropa interior.
-Y-yo no soy un Omega- enuncie con la poca fuerza que tenia, y claro que no lo era. Yo soy un Beta.
Soltó una vigorosa carcajada.
-Dile eso a tu entrada, me está suplicando que entre a ella.-
Por un momento se me paro el corazón. El temor estaba recorriendo todo mi cuerpo. Estaba a punto de ser violado.
Me quitó mi ropa interior de un jalón. Tomo mi pene y lo empezó a masajear.
-N-no! Basta por favor, yo no quiero esto!- grite lo más fuerte que pude pero el no se inmutó.
-Claro que lo quieres, eres un omega! Todos los omegas son igual de zorras que una prostituta.- afirmó mientras empezaba a quitarse el pantalón.
El miedo que sentía superó cualquier sentimiento que haya tenido alguna vez en mi vida.
Saco su pene y lo puso enfrente de mi cara.
-Vamos lindo, hazme una mamada que no tengo toda la noche.- exclamo impaciente.
Yo me negue girando mi cabeza hacia otro lado cosa que lo molesto. Me agarró del pelo y con su otra mano abrió mi boca a fuerzas. Sentía un pedazo de carne entrar a mi boca. En ese momento estaba a nada vomitar. El empezó a mover sus caderas de forma constante. Yo no podía salir de su fuerte agarre así que opte por otra solución.
Un fuerte grito de dolor se escuchó por todo el lugar. Le había mordido el pene. El se restregó de dolor por todo el piso y por fin después de un largo rato mis piernas captaron mis señales y se movieron. No tenía todo el control de mi cuerpo así que más que caminar estaba arstrandome por todo el piso.
Sentí un gran alivio cuando vi la luz que se encontraba al salir del callejón. Podía olvidar toda esta terrible experiencia y hacer como si nada hubiera pasado. Lágrimas de felicidad amenazaban con salir de mis ojos.
-¿A dónde crees que vas perra?- una mano me sujeto desde mi pelo y me jalo devuelta a aquel oscuro lugar.
Forcejear era lo que me quedaba. Le pegue, grite, suplique y recé para que no me hiciera nada. El por lo visto se canso de mis suplicas y me dio una cachetada que giro mi cabeza por completo.
Sentia sangre salir por mi nariz y solo oía un pitido y todo el demás sonido era irreconocible.
-Ya estoy harto de ti pequeña perra. Quería ser cuidadoso pero al parecer tendré que ser rápido- escuché a la lejanía. No sabía que hacer.
No quiero, no quiero, no quiero.
Solté una especie de chillido que jamás había hecho en mi vida. Era un chillido fuerte pero a la vez agudo. Tal como si estuviera suplicando por ayuda.
-Que crees que ganarás haciendo el llamado? Ni alfa tienes por lo que veo en tu cuello. Pero ni te preocupes eso lo podemos arreglar.- afirmó mientras su lengua recorría mi nuca.
Esa parte se sintió tan sensible que me dio un escalofrío. Algo me decía que debía proteger ese lugar.
Vi como acercaba su pene a mi entrada y yo por más que quisiera escapar no podía. Cerré fuertemente mis ojos por el disgusto de ver tal atrocidad.
Cuando sentí que estaba a punto de meterlo un crujido se escuchó por todo el callejón y venía acompañado por un fuerte aroma a whisky.
Max...
Sus ojos brillaban en un rojo intenso. El tenia agarrada la parte trasera de la cabeza de aquel hombre y la estrelló contra el piso. Ese fue el crujido que se había escuchado anteriormente.
-Estas aqui...- murmure aliviado mientras lágrimas caían por mis ojos. Me alegre tanto de verlo, quería abalanzarme contra el y quedarme en sus brazos para siempre.
El me miró y su mirada se relajo. Se sacó su chamarra y me la puso encima de los ojos mientras me daba un beso en la mejilla aún con el hombre estrellado fuertemente contra el piso.
-Cierra los ojos, mi sol- me dijo antes de que su palma de la mano se posará encima de mis ojos.
El me había salvado.
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Hasta aquí el capítulo IX!
Perdón por no actualizar hasta ahora pero estaba decidiendo que rumbo tendría este capitulo. Y a que rumbo me refiero si sufrir mucho o sufrir poco...
Fue mucho o poco el sufrimiento para ustedes? ---->
La verdad este capitulo lo hice corto para organizar mejor mis ideas. Por cierto, ya no estaré actualizando diario debido a la escuela :( pero tendrán mínimo 2 actualizaciones semanales!
