Capítulo XV

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Mi pecho subía y bajaba debido al cansancio. Cosa que nunca me pasaba, debido a que tengo una muy buena resistencia. Bueno, más bien tenía, y ahí me di cuenta que probablemente es por mi nueva casta.

No me acostumbro a decir eso. Y siento que nunca lo haré.

Un día despierto, sin recuerdos de la noche anterior, y lo primero que me entero es que soy Omega. Recuerdos del pasado vuelven a mi y mi anterior "enemigo" ahora me trata como si fuera un vaso de cristal. Cosa de todos los días.

Junto con Max llegamos al paddock y pese a que yo estaba bufando debido a la distancia que corrimos, el parecía como nuevo. Horner nos hubiera dado una larga plática acerca de la puntualidad de no ser que estábamos a nada de no participar en la clasificación. Pero su molestia estaba más que clara para mi, no por el hecho de que tuviera el ceño fruncido y no soportará ningún comentario, más bien un agrio aroma a frutos rojos desprendía de el. Otra característica de ser Omega, poder oler feromonas, genial.

Trate de disimular el hecho de que ahora podía oler las feromonas de los demás pero al parecer no fui lo bastante bueno para Max.

-¿Te sientes bien?- me preguntó en un susurro mientras nos poníamos los cascos rápidamente.

-Si.. todo en orden Max- dije forzando una sonrisa. Los diversos aromas me estaban mareando y no soportaba tales fragancias.

Hasta que me acerque un poco a Max y al percebir sus feromonas pude sentir como me relajaba y los demás aromas desaparecían.

El no se daba cuenta de como literalmente lo estaba oliendo sin parar, por más raro que suene.

Un ingeniero nos pidió que subieramos a las monopalazas para empezar.

Al alejarse él de mi sus feromonas desaparecieron y sin querer solté una especie de queja o chillido. Y esta vez si que se dio cuenta.

Volteo de manera veloz hacia mi y me miró fijamente unos segundos hasta que una sonrisa se dejó ver en toda su cara, se posicionó enfrente de mi en tan solo dos zancadas.

No supe cómo reaccionar al sentir sus brazos rodearme y apretarme a el. Poco le importo que algunos ingenieros nos estaban viendo más que confundidos. Porque supuestamente nos odiabamos a  muerte.

Pude sentir como el aroma a whisky se intensificaba y se quedaba impregnado a mi alrededor.

El se acercó al espacio entre mi cuello y hombro e inhaló varias veces. Después de pocos segundos se acercó a mi oído.

-Juro que trataré de terminar esto lo más rápido posible mi sol.- no me dejó ni reaccionar cuando se giro sobre si mismo y se metió rápidamente a su monopalaza.

Me quedé estático en mi lugar aún sintiendo tales brazos aferrándose a mi.

Reaccione cuando un ingeniero me dijo que si no subía en ese mismo instante a mi monoplaza no podría hacer la clasificación.

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Me quite el casco rápidamente y por fin pude tomar aire. Estaba sudando y sentía un frío inexplicable.

Fue la peor clasificación que he tenido en toda mi vida. Pese a haber quedado en 3er puesto en la parrilla para la carrera la experiencia no fue grata. Dedique que empezó la clasificación se me dificultaba respirar, sentía que el aire no llegaba a mis pulmones, la náuseas habían vuelto, sudaba como nunca pero al contrario sentía que me moría de frío.

Lo único que logró que me sintiera algo mejor fue que más feromonas de Max se habían impregnado en mi y cada cierto tiempo trataba de localizar tal aroma.

Mío (Chestappen)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora