Capitulo XVIII

5.6K 475 39
                                    

Eran altas horas de la noche. O al menos eso pensaba. No sabía que hora era pero la luna estaba en su máximo esplendor.

Llevaba en aquella pequeña pero perfecta habitación de hospital unas cuantas horas, y digo perfecta porque estaba acompañado de mi Omega.

Y claro que tengo el absoluto derecho de llamarlo así por su marca situada en su nuca. Nunca habia sentido las emociones que sentí al marcar a checo.

Sentía que había recuperado algo que jamás supe que me faltaba. No sabía cómo explicarlo y eso lo hacía mágico, el no poder explicarlo con palabras.

Me costó mucho calmar a Sergio después de anudarlo. Al ser su primera vez el estaba retorciéndose de dolor al sentir mi nudo.

Me dolía demasiado verlo así y había momentos en donde me sentía el peor alfa del mundo al hacer provocar dolor a su Omega. Pero con muchas de mis feromonas y caricias logré tranquilizarlo.

El ya había tomado unas pastillas supresores que había encontrado en una de las mesas de la habitación y eso también había ayudado a que esté durmiera y aparte controlar su celo.

El estaba dormido aferrándose encima de mi. Yo seguía dentro de el y por más que me moviera tan solo un centímetro un puchero se hacía ver en su cara.

Yo solo podía sonreír tontamente con el simple hecho de verlo.

El doctor me había mandado un mensaje diciendo que el piso estaba despejado y que no se volvería a poner al público hasta que todo estuviera en "orden". Al parecer el tenía más que claro lo que yo y Checo íbamos a hacer.

Y estaba seguro que el Omega se avergonzaria al decubrir tal hecho pero a mí poco me importaba.

Trataba de dormir, pero al cerrar mis ojos lo único que pasaba por mi mente es todo lo que hice con checo unas horas atras. Y mierda... Se me paraba en seguida y podía ver la cara de inconformidad de Sergio al sentir mi miembro erecto.

Trataba de calmarme pero me era imposible. Checo se movía entre sueños tratando de encontrar un punto cómodo pero eso solo hacia que mi excitación aumentará al sentir pequeñas estocadas a consecuencia de tales movimientos.

Llegó un momento donde mi pene ya estaba palpitando en busca de atencion y mi respiración se agradaba cada vez más.

Agarre del trasero al Omega y di una estocada más fuerte. Un gruñido salió como repuesta mia.

Volví a hacer lo mismo un par de veces más y con cada golpe aumentaba la velocidad.

Un gemido me saco de mis pensamientos un tanto lascivos y giro mi mirada hacia la cara de Sergio. Y al mirar me encuentro con unos ojos marrones con pequeños toques verdes los cuales tenían una mirada llorosa y de súplica.

Suelta un pequeño suspiro al dejar caer su cuerpo en mi pene.

-Agh... Emilian... ¿Qué e-estás haciendo?- decía entre suspiros cada vez que apretaba su trasero.

Hubiera seguido con lo mismo pero al escuchar mi nombre... Ese nombre que nadie usa y que jamás había escuchado salir de su boca, por muy extraño que parezca me éxito a un punto máximo.

Lo giro rápida y bruscamente teniendo como resultado yo encima de el mientras el tenía una notoria sorpresa en su rostro.

Estaba a punto de decir algo pero interrumpo su acción en un feroz beso. Lo agarre de las mejillas y lo acerque lo más posible a mi. Parecía que intentaba fucionarme a el.

Le mordía los labios y el contestestaba con gemidos y un liquido que se hacía más abundante en su pequeño agujero.

Mi lengua pasaba por toda las zonas de la suya. Al mismo tiempo empezaba a pellizcar fuertemente sus pezones.

Mío (Chestappen)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora