PRÓLOGO

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Soy Hazel Meyer, llevo un año viviendo en México y, a mis 25 años, soy psicóloga profesional con mi propio consultorio, y por ende, mi propia jefa. Mi carácter es fuerte y demandante, y algunos dicen que soy demasiado tosca para mi profesión. Sin embargo, mi actitud varía según la persona con la que trato: amable con los amables, dura con los desagradables

Mi mayor debilidad son los niños. Por eso, me especialicé en psicología infantil y psicología jurídica, dedicándome a reparar el daño que los niños han sufrido sin merecerlo. Hace 17 años, hubiera dado todo por recibir la ayuda que hoy ofrezco. Si hubiera sido así, quizás los recuerdos convertidos en pesadillas que me atormentan no existirían. Pero ya no hay vuelta atrás. Solo me queda afrontar cada día con la mejor actitud posible

Mis padres... Bueno, mi madre era abogada, pero se retiró al casarse con William, mi padrastro, quien ahora es cirujano. Mi padre biológico, si se le puede llamar así, está en la cárcel. La relación con mi madre y William es tensa y dañina, algo que no creo poder perdonar nunca. A los 9 años, me fui a vivir con mis abuelos a Francia. Ellos me dieron todo, eran dueños de importantes empresas mineras. Todo lo que soy es gracias a ellos

Aún no puedo creer que murieron de esa manera tan cruel: asesinados y torturados. Recuerdo el horror cuando regresé de África y los encontré así, con los ojos fuera de lugar y los intestinos expuestos. Fue una de las peores experiencias de mi vida. Nadie sabe qué pasó con ellos. Aunque mi madre contrató a los mejores investigadores, ninguno encontró pistas. La policía francesa cerró el caso, lo que me llena de coraje. Sin embargo, no puedo aceptar que el caso esté cerrado para siempre. Sigo investigando por mi cuenta, utilizando cada recurso y contacto que tengo. Cada nueva pista es una pequeña luz en la oscuridad, una esperanza de encontrar respuestas y hacer justicia. Aunque la policía haya dado por cerrado el caso, yo no puedo dejar de buscar, no solo por mí, sino por la memoria de mis abuelos y el deseo de darles, al menos, un cierre a su trágica historia

En su testamento, me dejaron todas sus empresas, que ahora están a cargo de mis amigas y socias: Madison y Martina. Madison administra las empresas en Italia y Martina las de Argentina, mientras que Hunter, el que era mano derecha de mi abuelo, administra las de Francia. Hunter ya trabajaba allí, así que solo le di un ascenso y ha hecho un trabajo magnífico. Yo visito Francia, Argentina e Italia ocasionalmente para verificar que todo marche bien. A veces me cuestiono si debería estar más pendiente de las empresas, pero no puedo comprometerme a algo que no me apasiona completamente. Solo voy cuando mi trabajo me lo permite

Aunque el trabajo puede ser agotador, pienso en mis abuelos y en lo que hicieron por mí. Quiero que sus empresas continúen siendo las mejores del mundo, como una forma de agradecimiento y amor

Hazel Meyer 🖤

✓ 25 Años

✓ 25 Años

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Amor Entre SombrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora