CAPÍTULO 8

21 9 0
                                    

Hazel

— ¡nooooo! —despierto de golpe y las malditas lágrimas aparecen nublándome la vista

Martina y Madison despiertan

— ¿que pasa bonita? ¿porqué lloras? —dice Martina agarrando mi cara y mirándome con preocupación

— l-la pesadilla de nuevo —confieso llorando— no me de deja en paz

— todo está bien cache —me tranquiliza Madi plantando un beso en mi frente— estamos aquí

— rubia quédate con ella, iré a preparar el desayuno —dice titi levantándose y dejando un beso en mi mejilla

— si quieres yo lo preparo —propone la rubia

Martina yo nos miramos y decimos al unísono

~ ¡No!

— oigan —se queja ella—  ¿tan mal cocino?

— eh...

— eh...

Ella rueda los ojos. Martina ríe y se dirige a la cocina

Madison hala a Hazel para que se recueste en su hombro y empieza acariciar su cabello, hazel cierra los ojos y con ello una lágrima baja por su mejilla, Madison se da cuenta...

— no cachebú, no llores más, sé que es difícil ¿okey? y lo lamento profundamente pero eres una mujer valiente y fuerte que ha logrado muchísimas cosas positivas, así que no permitas que esto interfiera en tu vida —dice Madison tratando de contener las ganas de llorar

— es que esas pesadillas no se van rubia
—me excuso— insisten en joderme la vida, ¿cuando será el día en que pueda levantarme sin que se aparezcan? — cuestiono llorando aún más fuerte- estoy cansada

— yo lo sé bebé —afirma Madison— pero no te rindas ahora, no ahora —toma su cara— titi y yo siempre estaremos contigo, recuerda eso cada vez que sientas que no puedes

Finaliza la rubia y ambas se abrazan

—¿puedo unirme? —pregunta Martina entrando y dejando la charola a un lado

Las chicas se separan por la sorpresa y la invitan a unirse

— no sé qué haría sin ustedes —confiesa Hazel aferrándose con fuerza a ese abrazo

— nosotras tampoco sin ti bonita —confiesa Martina

Después de aquel momento emotivo, nos dispusimos a desayunar, mientras le contaba todo lo que había sucedido a las chicas, bueno.... No todo, omití lo de la llamada que recibí, yo sola podía encargarme de eso, además... no quería preocuparlas, ellas tienen sus propios problemas para también tener que cargar con los míos, ya de por sí lidian con los demonios de mi pasado

Cuando les conté de los gemelos estaban sorprendidas y emocionadas, ellas al igual que yo, también le gustaban mucho los niños, me pidieron conocerlos, les dije que en otra ocasión puesto que debía de trabajar y me imaginaba que tenía muchísimas citas el día de hoy porque tenía 2 días de no ir a trabajar. Ellas me entendieron

Cómo siempre

Después de ello, Madison nos dijo que estaba saliendo con alguien de italia el cuál según ella era guapísimo, estábamos sorprendidas pero nos alegraba que nuestra rubia estuviera con alguien que la cuidara, quedamos que luego nos lo presentaría...

Después de comer y platicar, lavamos los platos, nos bañamos y nos vestimos, yo opté por una camisa blanca, un corset gris, unos leggins negros, tacones blancos, accesorios y un poco de maquillaje

Amor Entre SombrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora