CAPÍTULO 7

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Hazel

Por más que trato de dormir, no puedo, al cerrar los ojos siento las manos de Henri encima mío

Es horrible

Después de todos estos sucesos, no me quedó tiempo de conseguir las malditas pastillas para el insomnio, las ganas de ir a la cocina por el bisturí me están consumiendo, empiezo a desesperarme y a rascarme exhaustivamente a causa de la picazón que comienzo a sentir por todo el cuerpo

Estoy por volverme loca

Así que sin más, decido llamar a las chicas, rogando que estas contesten porque si no, no sé qué haría

— ¿Cachebú? —dice Madison en un bostezo

Si, así me dice la tipa esta, que apodo más ridículo

— h-hola chicas —digo con la ansiedad matándome— disculpen que las haya despertado es so-solo que no puedo dormir, ¿puedo ir a casa de alguna de ustedes?

— no bonita, es peligroso —responde Martina sin preguntar nada, cosa que agradezco— mejor la rubia y yo como vivimos cerca, vamos a dormir allá... ¿verdad rubia? —propone pero ella no contesta— ¿rubia?... seguro se quedó dormida —dice y y ambas reímos— no te preocupes bonita, iré a buscarla. Espéranos allá

— está bien —digo con una media sonrisa que ella no puede ver— gracias iti

— no tienes nada que agradecer —responde— tú y la rubia son lo único que tengo, no hay nada que no haría por ustedes

Lágrimas amenazan con salir pero las retengo

Estoy cansada de llorar

— te quiero mucho titi —confieso

— yo a tí bonita —dice sonriendo— te dejo que voy a alistar todo —se despide

— está bien —le digo colgando

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Luego de una hora las chicas llegan, abro la puerta para que pasen y río al ver como titi trae cargada a la rubia. Ella me mira mal por reírme y yo me aguanto la risa, va directo al cuarto a dejarla y regresa donde mí

— quién diría que esa rubia de un metro pesara tanto —se tira en el sillón suspirando cansada

— no seas tan dramática —digo riéndome

— es enserio, la próxima vez la arrastro
—finge molestia

— ¿serías capáz de hacerle eso a tu rubia favorita? —una voz detrás de nosotras nos hace voltear

— Madison por Dios —digo tratando controlar los latidos frenéticos de mi corazón— nos asustaste, ¿no estabas dormida?

— nop —responde ella— sólo quería que titi me cargara, tenía flojera caminar —se excusa

— voy a matarte Madison Scott —dice la castaña levantándose

— oh, espera, titi —dice ella con "miedo" y corriendo hacia mis brazos como un bebé

— no seas cobarde —la agarra del pié— te voy a golpear

— oh no, no lo harás, no le harás nada a mi bebé —hablo con ella en mis brazos

Madison hace un puchero

— ya oíste a mi mami —habla como niña

Sin poder evitarlo más, Martina ríe

— luego estaremos tú y yo a solas duende tramposo —amenaza

— y todavía me amenaza mami —habla la rubia haciendo otro puchero

— cómo te atreves amenazar a mi bebé Martina García —mascullo aparentando enojo

Sin evitarlo más, todas reímos

Justo aquí es cuando me pregunto.... ¿Para que servirá el dinero?

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Seguimos "discutiendo" por unos minutos más, luego todo se volvió serio cuándo les dije a las chicas que tenía algunas cosas que contarles, estaban ansiosas y empezaron con que les dijera o luego no iban a poder dormir, pero eran las 12:00 de la Noche y al otro día debíamos ir a trabajar

— vamos cachebú, cuéntanos —Insiste la rubia

— mañana debemos trabajar rubia —digo— yo debo de ir a mi consultorio y ustedes deben de viajar

— no viajaremos aún querida jefa ¿Te olvidas que lo haremos el fin de semana? —dice titi

— oh verdad —paso la mano por mi cara— lo olvidaba

— ¿donde tienes la cabeza Hazel Meyer?
—cuestiona la rubia— más bien... ¿con quién? —me guiña un ojo

— no digas mamadas wey —digo mirándola mal— me voy a dormir, mañana yo si debo de ir trabajar —digo y me voy

Narrador Omnisciente

Ambas chicas siguen a Hazel, Martina apaga todas las luces y luego cada una se acuesta a un extremo de la cama dejando a hazel en el medio

Cabe recalcar que ya Martina le había dicho a Madison todo los sucedido con Hazel, esta estaba sorprendida e indignada por lo que le habían hecho a su amiga, así que al igual que Martina, había jurado proteger a Hazel

Madison Scott ❤️

✓ 20 años

✓ 20 años

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Amor Entre SombrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora