nine

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Pov Alana Jones.

—De verdad lo siento —dijo Taylor antes que bajara de su auto.

—Jódete, Swift. —bramé enojada sabía que en realidad no lo hacía, mientras que me alejaba de ella la escuchaba gritar algunas cosas que honestamente en ese momento no me importaban

Rápidamente camine con fuerza hasta llegar a la puerta de mi apartamento. Eran las 11 de la noche, y apenas estaba llegando a casa. Había dejado plantada a Kendall, abrí con mis llaves y me deslicé por los pasillos hasta llegar al living.

La mujer pelinegra tenía una vestido color negro suelto pero pegado a su cuerpo, su espalda estaba descubierta y entre sus manos tenía una copa de vino.

Estaba parada de manera firme en el gran ventanal mientras miraba la ciudad a lo lejos. Había un silencio bastante grande, y no la culpaba.

—Kendall, lo siento mucho yo-

—Shhhh, no te disculpes —la escuché decir. Pero su vista seguía al frente, dejé caer mis tacones sobre el sofá, me los había quitado en el elevador de camino aquí. —Esta bien que te estuvieras divirtiendo —se dio la media vuelta y vi su rostro, sus cejas estaban fruncidas, podía notar su enojo.
—Pero por lo menos te hubieras preocupado en llamarme y decirme que no llegarías a tiempo —soltó de manera dura.

Nunca la había visto enojada, o tal vez si pero está era la primera vez que yo era la razón de su enojo. Me sentía tan apenada, ella se veía radiante, era una lastima que se hubiera quedado en casa.

—Lo sé y de verdad lo siento mucho —me acerqué, tome su cintura y la mire desde abajo. —Taylor-

Alzó sus cejas apenas pronuncie el nombre de la rubia, —No me digas, Taylor te prohibió contestarme las llamadas —dijo con ironía.

Hice una mueca y baje mi vista. Kendall solo río sin gracia y bebió de la copa, —Solo, olvídalo Jones —bufó. —Igual no importa, no es como si me hubiera perdido la pedida de mano de mi hermana y la nueva colección de mi marca con Kylie

Se dio la media vuelta y subió en silencio al segundo piso del lugar dejándome ahí con un mal sabor de boca. Bufé exasperada y me tumbe en el sofá mientras pasaba mis manos por mi cabello.

Maldita seas, Taylor Swift.

Después de unos cortos minutos subí de igual forma y entre a mi habitación. Sentí el olor de su perfume en todo el lugar, y sonreí por inercia. No estaba en la habitación, ni tampoco en el balcón por lo que me asomé a la puerta del baño que estaba entreabierta y la vi.

Estaba lavándose los dientes, y estaba en ropa interior, sentía el calor de solo verla así. Tal vez observe muchísimo tiempo o sintió mi mirada por que me tope con sus ojos por el reflejo del espejo, ella se limpio la boca y se cruzó de brazos aún mirándome por el reflejo.

—¿Si sabias que esta mal espiar a las personas, Alana? —su tono era un poco diferente, ya no se escuchaba tan molesto.

Camine con la mirada baja y como vulgarmente dirían con la cola entre las patas hasta estar frente de ella.
—Perdón, soy una mala novia. —dije, ella río suavemente y sentí sus suaves y frías manos tocar mis mejillas alzando mi cabeza.

—Esta bien, Alana. Ya pasó —dijo, en sus ojos cafés estaba otra vez el brillo habitual lo que inconscientemente me hizo suspirar aliviada. —Solo que para la próxima que no vayas a poder llegar o no quieras acompañarme solo me avises y todo estará en orden, ¿okay?

Asentí con un puchero, ella sonrió y me besó suavemente. Tome su cintura y me impulse con ella para con una de mis manos tomar su cuello y bajarla un poco, ella apoyó su cuerpo sobre la encimera del lavamanos y me metió entre sus piernas siendo la posición más cómoda.

nobody as you || taylor swift Donde viven las historias. Descúbrelo ahora