Sebastián Villalobos

76 10 5
                                    

- ¡alejo! ¿tenemos algo nuevo?

Al día siguiente, llegaba de muy buen humor a la agencia. La noche con mi padre y nuestra conversación hizo que liberara gran parte del peso que sentía. Lo cual, al parecer, alejo había notado.

- uyyy, ¿y ese humor? - se acercó para tomarme de los cachetes y levantar mi cara, como si estuviera revisando que no estuviera enferma. - ¿y esa sonrisa? - elevó mi rostro para ver mis dientes.

- digamos que tuve una buena noche. - hablé, logrando que me soltara.

- pues, me alegro, ya que tenemos noticias. - presté atención a lo que diría. - mandaron el cabello que se encontró ayer al laborioso, y un análisis dió con el sospechoso. - pido sus manos en su cintura e hizo una pose victoriosa.

- ¿quién?

- Joan Sebastián Jaimes Villalobos. Ven. - me guío a la oficina donde se encontraban varias personas conversando, y como no, el detective Johann vera se encontraba en medio, mandando todo.

- garzon. - alzó su vista al verme. - tenemos noticias. - llegamos y nos sentamos junto al resto de detectives allí.

- así veo. - comenté con entusiasmo.

- al parecer alguien despertó de bien humor... - Daniela habló del otro lado de la oficina, recibiendo una extraña mirada de Johann.

- ahora, la investigación vuelve a cambiar de rumbo. - habló johann, llamando la atención de todos. - tenemos un nuevo posible sospechoso. Sebastián Villalobos. - señaló una fotografía de el sujeto que se encontraba en la pizarra. - según investigamos, se podría decir que Villalobos era alguien común y corriente. No tiene antecedentes ni nada con lo que podríamos llegar a involucrarlo, lo que es un problema. Pero sí tenemos imágenes que muestran que tenía alguna relación con Jaramillo. Tenemos que saber investigar bien y dejar de tener pistas que no ayuden de nada. Cada avance que dan lleva a más preguntas sin respuesta. ¡a trabajar!

Todos se levantaron, yendo a seguir las órdenes de Johann.

- calle. Tengo que hablar contigo. - Daniela Alzó la vista confundida, yo mire extrañada todo pero salí de allí junto a alejo.

- ¿y ahora qué vas a hacer? - preguntó alejo, sacando unas carpetas.

- tengo una idea de quién pudo haber estado con Jaramillo antes de su muerte. Tendría que ir a verlo, ¿estás ocupado?

- tengo que revisar estos archivos y después iré a trabajar con Zurita. Pero tú puedes ir con Daniela. Y así hasta se arreglan.

miré la oficina de Johann, a dónde había entrado junto a Daniela. No quería entrar y ver una escena como la del otro día, pero confieso que la idea que la castaña me acompañara no me molestaba.

Caminé a paso lento, pidiendo no escuchar nada indebido, llevándome por sorpresa otro ruido.

- ¿¡qué mierda quieres que haga!?

- !qué trabajes bien, Daniela! ¡Tú sabes porqué estás aquí!

- ¡y estoy haciendo mí trabajo!

- !no si te pasas todo el día detrás de Garzón! - un golpe se escuchó, como si le hubiera pegado a la mesa u algún otro objeto.

- lo que haga o no con ella no es asunto tuyo.

- ¿¡crees que no sé que tú pusiste el cabello ahí para ayudar a tu amiguita!?

- ¿y? ¿que te dijo? - alejo llegó a mi lado, haciendo que soltara un pequeño brinco. Estaba segura de que nos habían escuchado.

perdóname | cachéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora