❛ DEAR DOOR ❜
lector femenino
pedido por @dico_ux
maratón 2/3
Sinceramente, era algo cruel por parte de Dios.
Era cruel crear a sus hijas e hijos tan jodidamente perfectos y hermosos ante el ojo de cualquier ser vivo. Nadie podía evitar caer ante los encantos de los ángeles, ni siquiera los demonios, ni siquiera alguien como Caín.
El Rey demonio no se pudo resistir a los encantos de una de millones de ángeles, cayendo apenas e hizo contacto con esos hermosos ojos color púrpura.
La encontró herida, asustada y confundida detrás de unas rocas del Inframundo. Para alguien con ojos era sencillo notar que una de sus alas estaba cruelmente destazada a pedazos.
Se había atrevido a dudar de su Creador, y fue castigada por eso. Aquel ser de supuestamente pura "bondad" le rompió su hermosa ala en mil pedazos, haciéndola caer de su vuelo y terminar en el Inframundo.
Caín tenía sus reflejos bastante agudizados. Por lo que a pesar de que otros demonios le hablaban, sus orejas crisparon en dirección a un monto de rocas.
Volteó a ver a sus espaldas, curioso de aquel ruido. Los demonios callaron al notar la acción de su rey, volteando hacia el mismo lugar que el más grande.
Caín lentamente se acercó hacia las rocas. Sus garras estaban más que listas para atacar a cualquier intruso o esclavo que estuviera fuera de sus cadenas.
Destruyó la enorme roca de un solo zarpazo, observando al pequeño cuerpo brincar sobre su lugar. Odette cubrió lo que pudo de su cuerpo con el ala que se encontraba sana.
Caín sonrió, por primera vez en sus miles de años de vida, tenía la oportunidad de ver a un ser divino en su etapa más indefensa.
──Vaya, vaya.. ──silva agarrando al ángel por su antebrazo, levantándola del suelo──. Tenemos la bendición de estar frente a un ser divino...
Todo ser que supiera de la verdadera existencia de Dios sabía que ante cada ángel que creaba, una diminuta pizca de su poder se quedaba dentro de el ser divino.
Está pequeña porción podía salvar a alguien de la muerte si así el angel lo deseaba. Era más complicado si se hablaba de quitárselo a la fuerza.
Tenías que entrar dentro del ángel para lograr sacar su poder. El poder del Creador.
Caín observó el ala del ángel. Era horrible de ver.
──No me haga daño. ──ruega la mujer tomando la muñeca de Caín──. He caído por accidente, por favor... Solo quiero volver.
──¿Por qué volver al lugar en dónde te hicieron tanto daño? ──pregunta el demonio──. No te preocupes, cuídare bien de tí.
Y vaya que la cuidaría bien.
[ . . . ]
Caín dejó al ángel suavemente sobre la enorme cama de sábanas blancas. Sin dejar de besar sus labios, lentamente comenzó a despojarla de su vestido blanco, sintiendo como temblaba bajo su toque.
