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Hannah escuchaba atentamente las quejas de su madre mientras que acariciaba su vientre de casi nueve meses, quería dormirse pero no seria respetuoso dejarla hablando sola.
—...y es que ya no me visitan, tus hermanos se han olvidado de mi.
—Mamá, están casados y tienen que trabajar.
—Eso lo sé, pero soy su madre y tienen que ver por mi.
Suspiró irritada y la miró.
—Susan, cuando ellos se casaron formaron su familia y la prioridad es su esposa, claro que tú eres importante y ellos te visitan pero tienes que comprender que tienen cosas que hacer.
—No me digas Susan, Hannah, soy tu madre — movió sus manos y ella giró los ojos —Y tú también me has dejado, Harry y yo te extrañamos hija ¿cuando irás?
—¿A caso no ves que estoy a punto de dar a luz?, no puedo mi moverme mamá y cuando mi hijo nazca no tendré tiempo para nada.
—Ojalá fueras como Max, él si visita a su madre siempre y cuida de ella.
—Pues ve y dile a Max que te visite — se miraron y la pelinegra se relajó —Está bien ma, puedes quedarte aquí unos días ¿a eso viniste no? — asintió —Pero procura no darme tantas quejas, eres mi madre y te amo pero ahora necesito mi espacio.
Susan le sonrió y se sentó a su lado.
—¿Estás nerviosa?
—Claro que si, es mi primer embarazo.
—Tienes que estar tranquila mi amor, todo saldrá bien y yo estaré para cuidar de ti, no es fácil ser madre pero es algo hermoso — agarró su mano —Es mi primer nieto y siempre voy a cuidarlo, me mudaré a la casa de aquí al lado para estar al cuidado de ti.
—¿Serás mi nueva vecina?
—¡Sopresa! — ambas se rieron —Prometo no ser tan invasiva.
—Eso espero, sabes que mi privacidad y mi espacio son importantes para mi.
La mayor asintió y ayudó a Hannah a levantarse del sofá quien sintió un fuerte dolor bajó su vientre, se quejó y Susan se alarmó.
—¿Qué pasa hija?, ¿te duele?
—Si, tengo contracciones — se quejó y apretó sus ojos fuertemente —Mamá... mamá..
