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—Y helado de chocolate, por favor mi amor — le pidió Hannah a Max en la llamada —Y para la cena podemos pedir en tu restaurante favorito.
—Si corazón, está bien ¿no quieres otra cosa?
La monegasca se quedó pensando mientras que el piloto agarraba el bote de helado y otras paletas que sabía que a su novia le encantaban, la escuchó suspirar y se acomodó sus lentes de sol esperando a que ella le respondiera.
—¡Oh si! — exclamó —¿Puede ser algo con chile?, en el area de los dulces hay unas gomitas que son muy ricas, quiero de esas junto con unas donas de chocolate — el chico la escuchaba atentamente —Y por último unos chocolates, lo siento por pedir tanto pero estoy en la etapa de los antojos.
—No hay problema cariño, sabes que puedo llevarte lo que quieras.
—Lo sé pero solo esto, procura no tardar, te amo.
—Llegaré en menos de una hora, te amo más.
Max colgó la llamada y guardó su celular en la bolsa de su short para seguir haciendo las compras mientras jalaba el carrito al pasar por pasillos buscando los antojos de su futura esposa. Solo le faltaban las gomitas y llegó al area de dulces en donde se paró frente a las inmensidades de gomitas, llevó su mano a su barbilla al buscar la que ellas quería.
Normalmente hacían las compras juntos pero por su embarazo dejó de salir en público con él, era algo que querían mantener en privado por un tiempo pero ella solo tenía tres meses, aún no se notaba su vientre pero Hannah siempre usaba ropa ajustada y ahí si ya se notaba su panza, si iba a algunas carreras con Max pero casi no se mostraba a las cámaras, sabían como era la prensa y el cualquier momento ellos lo descubririan.
Al dejar las gomitas en el carrito estaba a punto de ir a las cajas para pagar cuando escuchó una vez que conocía.
—¡Maxie!
Se dió la vuelta para mirar a la chica que lo habló, sonrió ampliamente al ver a la rubia que había sido su mejor amiga en Países Bajos, el neerlandés se acercó y ella se tiró encima de él sorprendilendola pero educadamnete la alejó de él al saber que estaba en público, un abrazo no era malo pero los fans estaban en todas partes y quería evitar chismes.
—Pero mírate que guapo estás, sin duda entre más pasan los años más guapo eres — lo halagó.
—Gracias Sara, hace mucho tiempo que no te veía ¿como has estado?, perdí tu número y no tuve como contactarte.
—Me tenías muy olvidada.
—No podría olvidarme de mi hermanita pequeña.
La sonrisa de la chica se borró poco a poco pero trató de disimular.
