Capitulo 38

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Capitulo 38

En la oscuridad de una habitación iluminada apenas por una vela se escuchaba claramente los murmullos y gemidos placenteros de dos voces femeninas junto al sonido de un gruñido bajo y el delicioso sonido de algo entrando y saliendo de manera lenta en algo húmedo como resbaladizo.

Todos miraron a Naruto, Annabeth y Thalia, estas dos últimas estaban sonrojadas hasta mas no poder mientras el rubio parecía tranquilo.

Jiraya sonrió mientras empezaba a escribir de forma discreta.

A la luz de la vela se acercó el rostro de cierto hijo de Artemisa, el cual tiene un sonrojo dorado, los ojos entrecerrados en placer y la boca entre abierta soltando leves gruñidos como jadeos de placer.

Una cadena tintineo en la oscuridad, hubo un sonido de algo cortando el aire antes de que el sonido de carne siendo golpeada por cuero trabajado inundara el lugar junto a un leve chillido de placer.

''Le gusta jugar duro a tu hijo, Artemisa'' dijo Afrodita con una sonrisa, causando que la pelirroja se gruñera mientras Minato la mantenía en su lugar.

Susurros femeninos fueron escuchados junto al sonido de otra voz femenina gimiendo mientras gemía con fuerza el nombre de Naruto, el cual tenía dos de sus manos cerrándose en puños antes de abrirse, aguantando los jadeos y gruñidos mucho mas animales como fuertes que querían salir de su pecho.

Pronto, otra persona se unió a el a la luz de la vela, siendo Thalia, que estaba gimiendo, con la cara roja y los labios algo hinchados por leves mordiscos si la marca de dientes en sus labios eran algo por pasar.

Thalia se sonrojo mientras sus hermanas de harem, Bianca y Zoe le veían con un poco de celos, mientras que Hinata simplemente estaba hechando espuma por la boca.

''El hijo de Artemisa es de los míos, jugamos rudo y duro'' pensó Ares con una sonrisa de respeto.

''Este chico me hará rico'' pensó Jiraya con una risita pervertida mientras escribía a gran velocidad.

Las cazadoras se estaban mortificando lentamente junto a los Genin, los cuales no sabían que hacer, Sasuke incluso parecía algo avergonzado por este tema.

La pelinegra reclamo los labios del rubio, ambos besándose con hambre y deseo descontrolado mientras la oji azul gemía de forma ahogada ante las dos manos desocupadas del rubio amasando sus glúteos junto algo mas que nadie mas podría ver en la oscuridad.

Y en ese momento, la diversión fue interrumpida cuando la puerta fue abierta de golpe mientras la luz de la habitación era prendida, causando que tres cuerpos desnudos detenidos por la sorpresa estuvieran al a vista de cualquiera, el de Naruto, Thalia y Annabeth.

El rubio estando acostado boca arriba con la rubia atada con cadenas al estilo bondage y a mitad de camino de meter el pene del hijo de Artemisa en su vagina, además de que la oji gris tiene la entrepierna de la pelinegra en su cara mientras las piernas de la oji azul le rodeaban la cabeza con fuerza por el placer, mientras el resto de la hija de Zeus estaba contra el hijo de Artemisa, el cual se había separado del beso como la semidiosa pelirroja por la sorpresa, mientras la cara de la hija de Atenea era expuesta al mundo al las piernas de Thalia aflojarse dejar caer sus caderas y liberar a la semidiosa rubia de su labor oral.

Afrodita dio un silbido de lobo, los dioses de segunda categoría, incluso Hefesto, aplaudieron y le dieron un pulgar en alto a Naruto, el cual parecía tener una mirada vidriosa al imaginarse a si mismo en esa situación.

''Esto es material de primera calidad'' pensó Jiraya con una sonrisa.

''No se están cuidando'' pensó Tsunade con algo de preocupación por no escuchar que se viera algún tipo de cuidado anti-embarazo.

Leyendo Naruto: Hijo del zorro y la cazadoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora