⋆.˚ 018 𐙚Furias꒱ ᯓ★

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Furias

Annabeth estaba viendo los diferentes sabores de los Bigoof que había frente a ella. Tras unos segundos tomó los de limón, los observó y luego tomó de naranja y tras observar, comenzò a tomar de todos los sabores.

Los llevo a la caja y comenzó a sacar el dinero, una señorita paso tras ella, Annabeth la miro de reojo.

Los monstruos no pueden ser evitados por completo. Son más comunes de lo que crees. El truco es verlos primero, antes de que te vean a ti.

La señora notó la mirada de Annabeth y volteó hacia ella.

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Grover, dentro del camión mientras acariciaba a Fluffy, le contaba a Percy sobre los monstruos.

—Si es más probable que no tenga un semidiós más poderoso; un hijo de los tres grandes. Zeus, Poseidon y Hades, corre un peligro mucho mayor.

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Annabeth salió de la tienda y camino de regreso al camión, pero se detuvo, volteó y al no ver a la señora siguió su camino.
•••
—Pero no es precisamente tu poder lo que las atrae, es más complicado que esto. —siguió Grover.

—Huelen el miedo.

—No son abejas, lo que un monstruo percibe es algo que depende de cada monstruo, algunos son mejores para detectar la incompetencia, otros la sed de gloria, o la vergüenza. Es importante recordar que si alguna vez te enfrentas a uno, sea cual sea el punto débil de tu armadura, el monstruo va a atacar justo ahi, nada los detiene, ni siquiera la muerte.
•••
Annabeth camino por el pasillo hasta casi llegar al fin con sus amigos, pero se detuvo nuevamente a mitad del camino. Se colocó su gorra y se sentó a lado de la misma señora. Esta, quien anteriormente leía el periódico, dobló las hojas y suspiró volteando a ver la ventana.

—Si fueran mejores en su trabajo, —inició Annaneth. —no las habría notado tan fácilmente.

—Si Thalía hubiera cumplido con el suyo no habría familias de ardillas viviendo entre sus ramas. —dijo, con un tono de voz serio.

—¿Para eso las envío Hades? —cuestionó Annabeth. —¿Para jactarse de un trabajo que casi hicieron bien una vez?

La señora soltó una risa irónica.

—Las cosas cambian tanto, no eres la pequeña asustada que perseguí hace años.

—No te equivoques, no estaba tan asustada.

—Puede ser, puede ser. Como sea, parece que ahora eres justo lo que dicen que eres. —agregó. —El mejor vástago de Atenea, tal vez la semidiosa infante más formidable con vida.

—¿Por que estas aquí? —preguntó Annabeth

Se removió sobre su asiento.

—Estoy aquí para llevarme a tu amigo.

—¿Llevártelo... para que?

—Yo no cuestiono las órdenes: Tráelo rápido y sin alboroto. —cito. —Eso se me indicó. Bájalo del autobús para que lo retenga con calma. Lejos de tantos ojos y tu misión seguirá sin interrupción ni inconveniente. Sabemos que no iba a ser de ayuda para ti, más bien sería un estorbo. —se callo cuando alguien se sentó en el asiento de atrás. —Siempre prefieren hacerlo por las malas.

•••
En el fondo del camión Percy seguía hablando con Grover y Winfred, mientras esta última jugaba con el conejo en sus piernas.

—No estoy de acuerdo con la idea de un consenso, pero no creo que la canción haga lo que tú crees que hace. —decía Percy mientras observaba al conejo.

—Tenemos que abrir la ventana. —dijo Annabeth llegando a su lado. —¡Ahora!

Miro hacia atrás notando las ya extensas alas de la furia.

—Creo que estas ventanas no se abren. —dijo Grover. En menos de un segundo los tres chico y el conejo notaron a la furia. —Ay, no. ¡Corre!

Los tres chicos se levantaron de su asiento y corrieron a la ventana de atrás, Annbeth se quedó viendo a la furia.

—¡Ya, ya, ya, ya!

Los dos chicos comenzaron a golpear la venganza hasta que por fin la tiraron provocando una alarma, el conductor tomó el micrófono y le habló a los pasajeros. Los pasajeros siguieron las indicaciones prohibiendo el paso de la furia.

—¡Annabeth, vámonos! —gritó Percy, quien ya estaba por salir del camión.

Sin embargo la mirada de la chica se dirigió a otra furia que entró por la ventana y se estrelló en la otra.

—¡Oye! —Annabeth llamó su atención y le lanzó un cuchillo. Al instante la furia se desintegró como si un holograma fuera y el cuchillo cayó al suelo. Lo tomó y salió por la ventana. —Nos vamos, muévanse.

Percy miro a la furia que aún buscaba paso entre la multitud, tomo la caja de los zapatos y salto por la ventana.

𝑳𝑶𝑽𝑬𝑹    |    𝑷𝒆𝒓𝒄𝒚 𝑱𝒂𝒄𝒌𝒔𝒐𝒏 ᡣ𐭩Donde viven las historias. Descúbrelo ahora