﹒⌗﹒ 🌊﹒ᥣ᥆᥎ᥱ𝑟 | 𝑷𝒆𝒓𝒄𝒚 𝑱𝒂𝒄𝒌𝒔𝒐𝒏 ᡣ𐭩

⋆.˚ 027 𐙚Quimera꒱ ᯓ★

Quimera

Annabeth cargaba a Winfred mientras el sátiro a Percy, iban caminando por el templo.

Por favor tomen asiento, los vehículos están por despegar.

Se metieron a un pequeño elevador con asientos y luces azules.

—¿Qué fue lo que pasó? ¿Oíste algo? —cuestionó Percy. —Te hablo a ti. Alecto hizo eso en el museo en Nueva York. —la chica bajo la mirada por unos segundos. —¿Que te dijo?

Annbeth miro hacia afuera, Quimera estaba ahí. Los otros tres chicos notaron su presencia mientras la puerta se cerraba.

—¿Esa era la Quimera? —preguntó Grover. —Creo... creo que era la quimera. ¿Como es que la Quimera pudo entrar a este lugar? ¿Como es que los monstruos pueden entrar?

—La van a alterar más. —dijo Winfred.

—¿Annabeth?

—Estamos en un santuario, Atenea debió haberla dejado entrar, pero ¿por que lo haría?

—¡Annabeth! —gritó el rubio. La chica subió la vista hacia él. —¿Que fue lo que Edquina te dijo?

Annabeth suspiro.

—Lo que dijo fue que mi impertinencia lastimó el orgullo de mi madre y que sería mi perdición. —respondió ella.

—¿Impertinencia? Pero ¿qué...? —se quedó callado viendo a la chica. —Medusa, claro.

—Avergoncé a mi madre.

—Pero yo fui el que envió la cabeza al Olimpo, yo firmé la nota. —dijo Percy.

—Y yo lo permití. Eso la avergonzó y está muy enojada.

—Oigan, ¿qué vamos a hacer? —cuestionó Grover asustado.

—Ella no va a ayudarnos con Percy en la cima. —aseguró Annabeth.

—No. Me refiero a que vamos a hacer con lo de Edquina y Quimera. —dijo Grover.

—Nos están pisando los talones. —agregó Winfred.

El elevador se abrió. Los cuatro comenzaron a salir.

—No tenemos mucho tiempo. Van a llegar en un minuto y si mi madre no va a protegernos, tendremos que pelear acá arriba. —comenzaron a subir hacia el arco pero se quedaron parados al ver a yantan gente.

—Ay no. —dijo Grover. —Tenemos que sacar a todos de aquí.

Annabeth volteó la cabeza hacia una alarma de emergencia.

—No lo pienses, solo hazlo. —dijo Winfred mientras jalaba de la palanca en la alarma.

La alarma comenzó a sonar alertando a la gente.

Atención, atención. Todos hagan una fila.

—Ustedes vayan con ellos. —dijo Annabeth hacia Grover, Percy y Winfred.

—¿Qué? No, no, no, no vamos a separarnos. —dijo Grover.

—Grover hazme caso.

—No, no, no. Saldremos de aquí juntos. —dijo Percy.

—No vamos a lograrlo. —Annabeth los obligó a caminar. —La quimera asesina semidioses. Alguien debe quedarse atrás para conseguirnos un poco de tiempo. Vayan. —los sacó tras la multitud de gente.

—¿Por que te quedas tú? Me quedare yo, tengo veneno y no hay nada que puedan hacer para sacarlo de mi. —dijo Winfred ganando la mirada de los tres. —Les daré el tiempo necesario y ustedes irán hacia donde sea que vayamos.