Jung Hoseok vive su amor no correspondido por Min Yoongi con total normalidad, pero toda su vida da un giro de 180º cuando a su vida llegan Park Jimin y Jeon Jungkook, un ángel y un demonio ¿Acaso estaba soñando?
Joder, joder, joder y joder. Esta vez sí la había fastidiado, y a lo grande. Era consciente de que Jungkook no tenía la culpa de nada, al igual que lo era de que el menor era bastante sensible. Entonces, ¿por qué lo había tratado así?
Tenía ganas de golpearse a sí mismo una y otra vez.
¿Debería ir tras él?
— ¡Ve!
Miró a Hoseok. Este se encontraba sentado en su cama cruzando las piernas y los brazos, intentando parecer intimidante, aunque su mirada era de todo menos eso. Podía ver cómo el castaño lo miraba con comprensión y con algo de preocupación.
— Sea lo que sea que haya pasado, deberías ir a hablar con Jungkook y solucionarlo.
— ¿Y si no quiere hablar conmigo?
— Inténtalo, si no lo intentas, no podrás saberlo.
Pudo ver cómo Hoseok se paraba antes de quedarse nuevamente perdido en sus pensamientos. No podía negarlo, sentía miedo de haber arruinado su amistad con Jungkook. ¿Y si el menor se daba cuenta de que no era tan genial como creía? ¿De qué no era más que un debilucho que ni siquiera podía proteger a su tan preciado y adorado amigo, hiriéndolo con sus palabras?
Sintió cómo unos brazos lo levantaban, o bueno, lo intentaban ya que Hoseok era algo más delgado que él y no tenía mucha fuerza. Por inercia, se paró y fue empujado por el castaño fuera del departamento.
— No te olvides de preguntarle a Jungkook qué va a querer para cenar, en cuanto lo sepas, me envías un mensaje.
Y sin más vio cómo la puerta se cerraba delante de su cara. Bueno, tal parecía que no le quedaba más opción que salir a buscar a Jungkook, solo esperaba que pudiera aceptar sus disculpas.
Dentro del departamento, Hoseok se encontraba alistándose para ir a clases. En su interior, le hubiese gustado ayudar a ese par a solucionar el problema, pero sabía que ambos lo tenían que arreglar por sí solos. Además, tenía clases y no podía faltar.
Mientras se subía el jogger, escuchó su móvil sonar. Lo agarró y sonrió; era una notificación de Soohye.
Soohye
¡¡SEOK!! ¡¡NOTICIA!! ¡EXCLUSIVA!
Luego de clases, Yoongi va a competir en el gimnasio con su equipo.
¿Qué dices? ¿Te quedas?
Ahí estaré, Soohye.
Dejó el móvil donde estaba y se miró en el espejo.
No, ese outfit sin duda no podía llevarlo puesto hoy. Iba a ver a Yoongi competir así que tenía que vestirse bonito pero casual, no podía dejar que lo viera con esa ropa deportiva que usaba los días que le daba pereza vestirse. Definitivamente, no.
Miró la hora y vio que no quedaba mucho para la hora de entrada, así que se dispuso a cambiarse de ropa lo más rápido posible, eso sí, siempre con música de fondo para animar el ambiente.
Y así, comenzó a vestirse mientras de fondo sonaba una canción de uno de sus grupos de k-pop favoritos: Angel or Devil de TXT.
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