El sonido de la alarma lo despertó, extendiendo su mano en un intento de apagar ese infernal sonido que le recordaba que tenía que levantarse. Solo iba a dormir un ratito más, solo un ratito, lo prometía. Se volvió a tapar con la manta, intentando volver a dormir. Sin embargo, un golpe en su cabeza hizo que se levantara. Desconcertado, miro a Jimin. Este se encontraba delante de él con los brazos cruzados y los ojos entrecerrados.
— Deja de mirarme así, ya me levanto. — estiró sus brazos y espalda.
— Apúrate, es tu primer día y no puedes dar una mala impresión.
— Lo sé, lo sé, gracias a dios que estas aquí para recordármelo.
— Ten. — le extendió unas prendas de ropa dobladas.
— Gracias. — con la mano le hizo un ademán de que se retirara.
Sí, se querían como familia, pero aún no habían llegado al nivel de confianza de vestirse unos enfrente de los otros. Eso era un nivel muy elevado para el cual aún no estaba preparado. Jimin se retiró, y al fin empezó a vestirse. Sentía tanta pereza, su cama parecía llamarle y decirle que se volviera a echar. Se veía tan tentadora. Aun así, antes de sucumbir a sus ganas de dormir, se golpeó sus mejillas, intentando despertarse. Al ver que no le funcionó del todo, se fue al baño y se mojó la cara. Ahora sí que estaba listo.
Agarró una mochila y guardó lo más esencial. Se dirigió a la salida, pero fue interceptado por Jimin y Jungkook que le dieron un almuerzo preparado por ellos y le desearon mucha suerte en su primer día de trabajo. Les agradeció con un fuerte abrazo, dirigiéndose al café con una gran sonrisa en la cara.
— Buenos días, Chaemin. — saludó al entrar.
— Buenas, ¿estás preparado?
— Claro que sí, he traído una libreta y un bolígrafo para apuntar todo.
— Me gusta esa iniciativa. — pasó su brazo por el hombro de Hoseok, lográndolo con facilidad al ser más alto.
Entraron al local, encendiendo las luces y arreglándolo todo para poder recibir a los clientes dentro de unas horas. Chaemin empezó a enseñarle lo más básico, como lo era preparar un café. Siempre pensó que esa era una tarea relativamente sencilla, pero estaba equivocado. Preparar café en un local no era igual que hacerlo uno en casa. Fue apuntando todo, y gracias a la explicaciones y demostraciones de Chaemin pudo ir aprendiendo con facilidad. O eso creía, porque al preparar su primer café, este había salido horrible y aun así el pelirrojo lo animó diciéndole que no estaba tan malo para ser el primero.
— Como aún te falta práctica, de momento te encargarás de atender en el mostrador, ¿de acuerdo?
Asintió ante las palabras del contrario. Bueno, eso al menos se le daría bien, es decir, había crecido viendo como su madre cobraba en aquel pequeño negocio que tenían así que no podía ser tan distinto. Y, por primera vez, no se equivocó. El cobrar se le daba muy bien, pero el atender no tanto. Claro que recibía a todos con una sonrisa, pero le daba mucha vergüenza preguntar cuando no había escuchado bien una orden por temor a que se enfadaran con él.
Sin embargo, en todo el día solo había recibido a clientes muy amables y pacientes, los cuales no se molestaban si tenían que repetir la orden más de una vez. Además, cada vez que recibían su café le daban ánimos ya que, desde lejos, se notaba que era su primer día.
— Buenos días, ¿qué desean? — su mirada estaba posada en el cajero, quería asegurarse de que el último cobro había estado bien hecho.
— Buenos días, querría dos ice americano para tomar aquí.
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ANGEL OR DEVIL?
FanfictionJung Hoseok vive su amor no correspondido por Min Yoongi con total normalidad, pero toda su vida da un giro de 180º cuando a su vida llegan Park Jimin y Jeon Jungkook, un ángel y un demonio ¿Acaso estaba soñando?