Tokito Muichiro es un brillante estudiante de la preparatoria Kimetsu, reconocido por su seriedad y su familia, dueña de una importante empresa, lo que hace que viaje mucho, motivo por el que desconfía de las personas, evitando así, hacer amigos.
P...
⏤Si ya está aterrizando, vamos a verlo, ¡no aguanto las ganas! - El niño saltaba de emoción.
⏤Debemos esperar a que nos avise.- Genya acarició la cabeza y el cabello del pequeño.- Aunque yo tampoco aguanto las ganas...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Hace dos años...
Mis piernas temblaban.
En realidad, me temblaba todo el cuerpo. Mis lágrimas no paraban de salir y tenía moratones por todo el cuerpo.
Yo estaba acostado en la cama, en posición fetal, tratando de silenciar mi llanto, ahogándome en mis propios pensamientos y dolores. La almohada ya estaba empapada de tanto sufrimiento y aún así, ni mi corazón ni mi cabeza se calmaban.
Trataba de respirar, pero en cuanto me tranquilizaba un poco, esos pensamientos volvían a mí tan rápido como la luz.
Supongo que esto es lo que pasa cuando alguien te toca sin tu permiso. Pero, aún peor cuando lo ha hecho repetidas veces y para rematar, es alguien de tu "familia".
Cálmate, Zenitsu.
Si sigues así, volverá a hacerlo, debes calmarte: respira, inspira...
Me levanto torpemente, con los ojos totalmente hinchados y levemente rojos por haber llorado tanto, comencé a vestirme y prepararme para el colegio. Lo "normal" en un chico de 15 años.
Abro la puerta tratando de hacer el menor ruido posible y asomo mi cabeza para asegurarme de que no hay nadie cerca. Vía libre. Aprovecho y entro al baño poniendo pestillo. Toda protección es poca en mi casa.
Al mirarme al espejo me sorprendí.
⏤Cada día tengo más ojeras...
Me lavo la cara, los dientes, me peino y me dirigo a la salida.
Alguien me tomó del hombro antes de poder salir, el latido de mi corazón se aceleró en menos de un segundo y mis piernas comenzaron a temblar de nuevo.
⏤Zenitsu.- Ahí está, el ser al que más desprecio en el mundo, solo escucharlo me hace querer llorar. Me giro para mirarlo y lo ví sonriendo de manera burlona.- Asegúrate de volver pronto.
Me mordí el labio inferior, aguantándome las ganas de pegarle. De nuevo, se me cierra la garganta. Asiento lentamente y salgo a la calle.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.