Me había pasado la noche entera pensando en como escapar de esta casa, así que decidí darme una ducha para relajarme. El agua caliente con la espuma del jabón me envolvía en una sensación de libertad y paz. No quería salir de ahí, pero sabía que tenía que hacerlo. Me sequé con una toalla y la enrollé alrededor de mi cuerpo. Caminé hacia el armario para buscar algo de ropa, pero me detuve en seco al verlo. Estaba sentado en la cama, mirándome con una sonrisa maliciosa. ¿Qué hacía aquí? Corrí hasta el armario para que no me viera estaba realmente con vergüenza ¿Qué quería de mí? Me quedé paralizada, sin saber qué hacer dentro del armario, Escuche a max decir: "que ya había visto todo lo que había que ver, que no me avergonzara de mi cuerpo, que era perfecto tal como era."
Cuando oí esas palabras, sentí que mi corazón se disparaba y que se me salía del pecho. Mi mente se llenó de recuerdos de aquella noche, cuando le miré con rabia y le pedí que me dejara en paz.
No podía creer que tuviera el descaro de volver a hablarme después de lo que me hizo.
Nuevamente escuche como me decía que "el desayuno ya estaba listo y que no podía seguir comportandome como una Niñita malcriada"
No puedo creer que me haya dicho eso. ¿Qué se cree que es? ¿El dueño de mi vida? ¿El juez de mis acciones? Me tiene harta con sus críticas y sus burlas. Me trata como si fuera una niña caprichosa e inmadura, cuando él es el que actúa como un niño mimado y egoísta. No respeta mis decisiones, ni mis sentimientos, ni mis necesidades. Siempre quiere tener la razón y controlar todo lo que hago. Me hace sentir mal con sus palabras hirientes y sus gestos despectivos. Me vuelve loca con su actitud arrogante y manipuladora. No soporto más esta situación. Necesito alejarme de él y recuperar mi libertad.
Estando en la habitación, escuché cómo Max salía de la mansión. Aproveché la oportunidad para buscar una forma de escapar de la seguridad que él había puesto. Bajé las escaleras y recorrí la mansión buscando algún lugar o alguien que me ayudara, pero estaba todo vacío. Llegué a la cocina y cogí un cubierto. Con un poco de habilidad, logré abrir la puerta principal con él. Me escondí entre los árboles del jardín y vi a cuatro guardias en el portón. Parecía que se dirigían a la mansión. Sentí un escalofrío y pensé que se habían dado cuenta de que me había escapado, pero iban muy tranquilos. ¿Qué estarían tramando?
Estoy tan emocionada de escapar de este infierno. Los guardias son unos inútiles o Dios me está ayudando. Aproveché que dejaron el portón mal cerrado y salí corriendo como una loca. No tenía ni idea de hacia dónde iba, solo quería alejarme lo más posible. El sol me quemaba la piel y el sudor me empapaba la ropa. Llevo dos horas huyendo y ya no puedo más. Tengo que buscar un sitio donde esconderme y descansar ya estaba muy oscuro. Espero que Maximiliano no me encuentre nunca. Estoy muy lejos de su manción y de su control.
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LA JODIDA OBSESIÓN DE UN MAFIOSO
Teen FictionElla siempre había soñado con salir de su pequeña ciudad, pero nunca tuvo la oportunidad. Sus padres eran humildes y trabajadores, y ella los ayudaba en lo que podía. Su única distracción era leer novelas románticas, donde se imaginaba viviendo aven...