✯ Desperté y la leyenda dejó de ser una epifanía para envolverme en las alas de su verdad ❜
ⓘ 𝘴𝘪𝘯𝘰𝘱𝘴𝘪𝘴 𝘦𝘯 𝘦𝘭 𝘪𝘯𝘵𝘦𝘳𝘪𝘰𝘳
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𝗵𝘁𝘁𝗽𝘀//𝗮𝗯𝗼𝘂𝘁𝘁𝗵𝗶𝘀𝘀𝘁𝗼𝗿𝘆. . .
portada & historia por mí...
si me quedo con una rosa en la mano déjala morir esa es la belleza de olvidar un amor
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Llovió toda la noche.
Y fue raro.
El señor y la señora Holt observaron los nubarrones grises acumularse encima de la Costa Dorada aún cuando anunciaron buen clima para el resto de la semana, ¿qué estarán haciéndo los meteorólogos en estos días que no aciertan con el clima?
Como de costumbre, Serena fue la primera de las dos hermanas en alistarse y bajar temprano a desayunar.
Con respecto a Lía, primero escucharon los típicos golpes en el baño. Algo le estaba pasando ultimamente. No era normal que de la nada se volviera tan patosa.
Sin embargo bajó como si nada.
—Hola. —saludó rascándose el cabello enredado.
—Buenas noches. —saludó de vuelta con una risa Serena sentada junto a su padre.
Merlía ignoró la indirecta sobre su tardía salida de la cama y se sentó junto a su padre a desayunar.
—¿Por qué hace tanto frío? —preguntó restregándose las manos en los brazos buscando calor.
—Llovió toda la madrugada. Por suerte ya paró, pero el cielo sigue gris. Así que vas a llevarte una sombrilla a la escuela. —ordenó su madre dejándole en frente un plato con tostadas y crema de maní. Merlía sonrió contenta. Amaba el maní.
—Gracias má.
Lía empezó a comerse el pan mientras bailaba de alegría y su hermana la miraba con una ceja alzada. La castaña se inclinó sobre el brazo de su padre, este estaba leyendo el periódico así que cuando Lía metió la cabeza alcanzó a ver una notocia que anunciaba la entrante temporada de pesca.
»¿Ya es temporada de pesca?
—Mjm.
—¡Genial! Hay que ir de pesca, pá. — dijo y lo abrazó. —Como cuando era niña, ¿te acuerdas?
—Merlía fuimos de pesca antes de las vacaciones.
—¡Exacto! Y eso fue hace taaanto tiempo. —dijo con voz exagerada. Lo cierto es que Lía quería pasar tiempo con su papá y ya. —Anda, pá.
—Está bien. —cedió su papá con un suspiro y Merlía lo abrazó de nuevo.
Serena y su madre intercambiaron una mirada risueña, y el resto de la mañana avanzó con normalidad.
