Lluvia

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Cuando el estrés consume nuestra energía y los sentimientos reprimidos deshacen nuestra vida ya no sabemos a dónde ir o qué hacer con nosotros mismos.

Solo nos queda llorar; llorar para sanar, llorar para limpiar, llorar para continuar y ponernos de pie ante los problemas que nos derrumban.

Creemos que la tormenta que nos inunda en lluvias llenas de dolor nunca frenará y que el dolor será eterno, pero al finalizar del día solo será un recuerdo y un aprendizaje para en un futuro ser mejores.

Estar mal está bien, llorar es genial.


Van cayendo gotas sobre el fresco campo, pero se siente el olor del llanto que arrasa por los vientos presenciando mi profunda soledad.

Con el pasar de los minutos las gotas caen con fuerza y aquella tristeza es ahora una depresiva tormenta.

Rayos de desesperación que demuestran mi depresión, llanto sin consuelo que anhela un remedio, bajo la lluvia fuerte y mis ojos vacíos.

Formando ríos de quebranto, deseando perfección, el caudal del río aumenta tal cual mi depresión.

Mi cuerpo yace sumergido en lágrimas, suplicando compañía y esperando un rayo de luz que devuelva aquella perdida alegría.

-Evs

Sentimientos Poéticos: El Primer PasoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora