La noticia de aquel accidente del baño se esparció inmediatamente. A donde quiera que fueran, los campistas señalaban a Percy y murmuraban algo acerca de agua de inodoro. O quizás sólo veían a ambas chicas que estaban empapadas de pies a cabeza.Annabeth les mostró algunos otros lugares. Hasta que finalmente regresaron al lago, donde el camino llevaba de vuelta a las cabañas.
-Tengo entretenimiento que hacer.-dijo Annabeth.-La cena es a las siete treinta. Solo tienen que seguir el camino de las cabañas hacia el comedor.
-Chicas...-les llamó Percy apenado.-Siento lo de los inodoros.
-Como sea.-dijo la rubia.
-No fue mi culpa...
-Solo fue un poco de agua.-dijo Aíra acomodando los mechones de su cabellos que aún seguían pegados a su cara.-No es para tanto Perce.
Annabeth miró con escepticismo a Percy, era obvio que el había hecho aquello. Después desvió su mirada a Aíra.
-¿Qué?-dijo está alzando una ceja.
-¿Qué fue eso que hiciste allí?-dijo la rubia con el ceño fruncido. Aíra guardó silencio unos segundos hasta que encontró las palabras adecuadas.
-Creeme.-respondió la chica.-Si supiera que fue eso te lo diría. No tengo nada que ocultar, simplemente paso. No tengo idea de como hice eso.
-Necesitan hablar con el oráculo.-dijo Annabeth.
-¿Quien?-dijo Percy.
-No quien.-respondió la rubia.-Más bien que... Le preguntaré a Quiron.
Percy se quedó viendo el lago, deseando que alguien le diera una respuesta directa, por una vez desde que llegó a ese lugar.
Aíra se perdió en sus pensamientos. De un día para otro, toda su vida había cambiado por completo. Ahora resultaba que era mitad Dios... Todo era tan confuso pero por alguna razón, en su cabeza todo tenía sentido. Todo lo que decían tenía una explicación, cada cosa que había pasado o visto, tenía una explicación. Iba a seguir pensando en eso hasta que la conversación a su lado la sacó de sus pensamientos.
-No las alientes.-le advirtió Annabeth a Percy.-Las náyades son terribles coqueteando.
-Náyades.-repitió Percy abrumado.-Eso es todo. Quiero irme a casa ahora.-Annabeth frunció el ceño.
-¿No lo entiendes Percy?-le respondió.-Estás en casa. Este es el único lugar seguro en la tierra para chicos como nosotros.
-¿Quieres decir, niños con trastornos mentales?-respondió el chico.
-Quiere decir, no humanos Perce.-dijo Aíra mirando el cielo lleno de estrellas.-No completamente. Medio humanos.
-Medio humano... ¿Medio que?-pregunto Percy.
-Creo que lo sabes.-dijo Annabeth.-ya Aíra lo mencionó en la cabaña once.
-Dios... mitad Dios.-dijo y Annabeth asintió.
-Tu padre no está muerto, Percy.-comentó la rubia.-es uno de los Dioses del Olimpo.
-Esto es una locura.-Respondió el chico. Aíra sabía que era una locura... pero por alguna razón sentía que de alguna forma ya sabía eso... ¿Porque sentía que conocía parte de esta historia ya?
-¿Lo es? ¿Que es lo más común que los dioses hacían en las viejas historias?-dijo Annabeth.-Corrían a enamorarse de los humanos y tenían hijos con ellos. ¿Tú crees que han cambiado sus hábitos en los últimos milenios?
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𝑭𝒂𝒊𝒓𝒚𝒕𝒂𝒍𝒆 - 𝑷𝒆𝒓𝒄𝒚 𝑱𝒂𝒄𝒌𝒔𝒐𝒏 [𝟏]
FanfictionAira Andromeda Reid tenía una vida... complicada pero relativamente normal. De un día para otro toda su vida dio un giro de 360 grados... ¿Una hija prohibida? Una verdad que acaba de descubrir junto a su mejor amigo Percy Jackson... Dos reconocimien...