Varios meses pasaron y la relación de los tres se hacía más fuerte. En especial Percy y Aíra. Ambos se entendían y eso era algo que en verdad les agrada.Aíra sin duda era alguien especial. En cuando llegó a la academia, puso a Nancy en su lugar y la señorita Dodds parecía sumisa al lado de la chica. Cuando Aíra hacia una pregunta, está respondía con un tono más amable, como si temería ser pulverizada si le subía un poco el tono a la chica. Aíra no entendía su comportamiento, hasta que pensó que puede ser por el trabajo de su padre.
Para sorpresa de Percy. Si Aíra estaba cerca de él, la señorita dodds no hacía nada en contra suya. Es como si la repeliera con su presencia.
-¿Porqué me preguntas eso?.-le contestó bastante confundida a Percy.-Claro que se quien es la señorita Dodds. Es nuestra maestra de matemáticas.-Al chico se le notaba algo exaltado.
-¿Porqué solo tú y yo la recordamos? Le pregunté a todos y afirman no conocerla...-Dijo Percy. Estaba empezando a pensar que se estaba volviendo loco, pero ahí estaba ella, ella también recordaba a la señorita Dodds.
-Oye.-Aíra puso su mano en su hombro para captar su atención.-Tranquilo, seguro solo es una estúpida broma de Nancy. Sabes que ella nunca se cansa de molestarnos.
De cierto modo tenía razón. Y tenía la esperanza de que eso fuera así. Nancy tenía mucha influencia en la escuela, tanto en los maestros como en los alumnos. Pero en su interior ambos sabían que algo no andaba bien.
Aíra se sentía asechada. Desde hace días había visto cosas que prefería no mencionar ya que pensaba que se estaba volviendo loca. La vez que creyó ser atacada y terminó en la enfermería, resultó ser un mal sueño pero... ¿y si fue real? Siempre había algo rondando cerca suyo. Una vez estuvo a punto de hacerle algo a Percy pero en cuanto ella se acercó esa cosa se fue sin mirar atrás.
Ahora con lo de la señorita Dodds, no sabía que pensar. A lo largo de su vida había visto cosas raras, pero nunca le habían hecho nada. Hasta que cumplió los doce años, pudo percatarse de que habían más y mucho más cerca.
Perdida en sus pensamientos mirando a una esquina, noto una presencia extraña. Su corazón empezó a acelerarse y movió con nerviosismo entre sus dedos el anillo plateado que tenía una calavera en su centro. Su pierna empezó a moverse de arriba hacia abajo repetidas veces sin darse cuenta.
Percy notó esta acción y estaba apunto de decir algo para calmarla, pero justo tocó el timbre de la academia. Sin embargo no cambio lo que tenía pensado decir.
-Hey.-dijo Percy acercándose a ella y rodeando sus hombros con uno de sus brazos.-tranquila, por ahora será mejor que arreglemos nuestras cosas ¿cierto?- Aíra asintió.
-Si, iré a empezar a arreglar mis maletas. En unos días se supone que nos iremos de vacaciones de verano.-Percy la miro. Ambos posiblemente sean expulsados a fin de año. Incluso ella a pesar de tener las mejores calificaciones de la academia. Ningún profesor la quería ahí, a excepción del señor Brunner.
-Si, me gustaría que pudieras venir a mi casa pero...-en verdad quería pasar más tiempo con ella, pero no tenía el valor para invitarla a su casa. En especial por su padrastro. Si ese viejo se atrevía a decir algún comentario fuera de lugar de ella... Sally, su madre, ya había interactuando con la chica, ya que está cuando tenía un día libre se escapaba con Percy a la tienda de la señora Jackson. Ambas se llevaron muy bien y Sally la adora.
-No te preocupes Perce, puedes venir a mi casa cuando quieras. A papá le gustaría conocerte.-dijo con una cálida sonrisa en su rostro.
Aíra le dio un abrazo en forma de despedida al chico y se alejó hacia la salida del salón.
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𝑭𝒂𝒊𝒓𝒚𝒕𝒂𝒍𝒆 - 𝑷𝒆𝒓𝒄𝒚 𝑱𝒂𝒄𝒌𝒔𝒐𝒏 [𝟏]
أدب الهواةAira Andromeda Reid tenía una vida... complicada pero relativamente normal. De un día para otro toda su vida dio un giro de 360 grados... ¿Una hija prohibida? Una verdad que acaba de descubrir junto a su mejor amigo Percy Jackson... Dos reconocimien...