• Este fanfic es una adaptación de una historia corta que escribí hace tiempo. Adaptado al universo de JJK
• Advertencia: Algunos capítulos pueden tener contenido+18
• OC x Suguru Geto
*Los personajes son de la autoría de Gege Akutami
-¿Nanami, me puedes llevar? - Pregunté mientras terminaba de colocarme los aretes.
Esa noche era el cumpleaños de mi madre. Celebraría con una cena extravagante y superficial como todos los años.
-No puedo. - respondió. – Te dije que hoy vendrán unos compañeros, Gojo me dijo que quería discutir algo importante conmigo. Te prestaría el auto si...
-Supongo que ya nos veremos mañana temprano. - Me recosté un segundo en la silla de la cocina, mientras Nanami salía de mi departamento- Intenta pasarlo bien, después de todo es tu mamá.
La relación con mi mamá era sumamente complicada. Nos llevábamos muy mal. Me guardaba resentimiento por haberme ido de casa dejándola sola con mi hermana menor Yuri, más aún, por haberme alejado totalmente de la sociedad de hechicería.
Me quité la bata blanca que tenía y me coloqué el vestido celeste que había comprado para la ocasión. Era un vestido de mangas cortas ceñido hasta la cintura y suelto debajo. Terminé de hacerme el maquillaje y me coloqué los tacones. ¿Por qué me preocupaba avergonzar a mi madre? Si era muy inapropiado para la ocasión o quizás muy aburrido. No, el vestido estaba bien. Todo está bien.
Llamé al elevador. Piso 5, piso 6, piso 7. Piso 7. El elevador no se movía del piso 7. Volví a apretar el botón del ascensor con impaciencia. Lo último que quería era llegar tarde hoy.
Al diablo, iré por las escaleras.
Estaba bajando cuando me topé nuevamente con aquel hombre del bar, el amigo de Nanami. Llevaba una camisa blanca ancha, pantalones color negro, y el cabello recogido, como siempre.
-Geto.- lo saludé
-Akane, hola. - respondió con sorpresa. Sus ojos empezaron a recorrer mi cuerpo de arriba a abajo, al punto de hacerme sentir incómoda.
-Veo que ya empezó la reunión. - Intenté desviar su atención.
-¿Qué?
-La reunión con Nanami...- dije señalando la puerta con el índice.
-Sí, la reunión. - sonrió nervioso. - Es mejor que ya entremos.
-En realidad, yo estoy de salida a otro lado. Es el cumpleaños de mi madre. Así que...
-Entiendo, pasaste a saludar. – sus ojos seguían fijos en los míos. - ¿Y como irás? ¿Quieres que te lleve?
-No te preocupes, tomaré un taxi. Además, no quiero molestar.
-Será un placer. – sonrió. – Déjame sacar mis llaves y nos vamos.
Una mujer de cabello marrón abrió la puerta.
-Geto, ya te estabas demorando. – desvió su mirada a mí- Hola. Tú debes ser Akane.
-Sí, mucho gusto.
-Hola, Akane. - me saludo Gojo.- ¿Hoy te quedas?
-No, hoy es el cumpleaños de mi madre.
-Que bueno.- sonrió.- Soy Shoko, por cierto. Nanami salió un momento, pero me alegro poder finalmente conocerte. Él nos ha hablado mucho de ti.
-Espero que solo cosas buenas.- bromeé.
-Claro que sí.- asintió.- Por cierto, me encanta tu vestido.
-En serio?- me extrañé.- Estaba pensando que era demasiado....
-Para nada, te ves muy bien.- volteó a ver a Gojo.- Se ve muy bien, ¿cierto?
-Te ves hermosa. - Escuché la voz de Geto detrás de mí. Me giré y vi sus delgados ojos posarse en mí. Su sonrisa era muy amigable, casi hizo que me ruborice. – ¿Lista para irnos?
Gojo y Shoko se miraron.
-A dónde se van? - preguntó Shoko
-La llevaré a casa de su mamá. - Shoko y Gojo se miraron arqueando las cejas hacia arriba con sorpresa.
Me despedí y bajamos a la cochera. Geto me abrió la puerta del copiloto. Empezaba a sentirme incómoda por el exceso de atención.
-Y a qué se debe la reunión de hoy?.- pregunté mientras me colocaba el cinturón de seguridad.
-Gojo lo propuso. Hace mucho que no veíamos a Nanami.
-Me imagino que deben tener mucho de qué hablar.
-Sí. – tenia ambas manos al volante. - Cuéntame sobre ti, ¿cómo conociste a Nanami?
-Antes de ser vecinos, ya nos conocíamos por el trabajo. Cuando me fui de casa viví un tiempo con Nanami hasta que encontré este departamento, así me convertí en su vecina.
-¿Viviste con Nanami?- solté una risa.
-No pasó lo que quizás estas imaginando. Él es como el hermano que nunca tuve. Jamás podría verlo de otra manera.- Volteé a ver la noche por la ventana del auto.- Él... siempre ha sido así?
-Serio y de pocas palabras?.- bromeó.- Sí, es el Nanami que recuerdo. Sin embargo, se volvió más reservado luego de...
-Lo sé. - interrumpí. - ¿Podrían evitar mencionárselo? He hecho hasta lo imposible porque deje de culparse.
-Él se culpa de eso?. - las palabras de Geto mostraban preocupación. - Era muy joven, no podía haberlo evitado.
-Exacto. - afirmé molesta. - pero es lo que hacen, ¿no? Mandan a jóvenes a que mueran de las peores formas posibles.
Geto se quedó en silencio. Parecía que acababa de tocar un punto débil.
-Es un sistema imperfecto... pero las vidas que estas personas entregaron, fue con un fin mayor, la seguridad de...
-No creo que nada justifique que traten la vida de una persona de esa forma. El sistema que defiendes está mal.
-Akane...- continuó. - No lo justifico, pero no creo que entiendas que estas vidas y el honor...
-Mi padre murió decapitado en una misión cuando era niña. - mi voz era molesta. - Así que creo poder entenderlo muy bien.
Geto frenó de golpe. Se quedó viendo el frente de la autopista vacía. Tal vez me había excedido con la persona incorrecta, pero las palabras simplemente salieron de mi boca con ira. La ira que había cargado desde que perdí a mi padre.
-Lo lamento... - 'Genial', pensé para mis adentros. No buscaba la lástima de nadie. Menos la de él. - Yo... no lo sabía.
-Como sea. - respondí. – Gracias por traerme, pero la casa de mi madre está a unas cuadras. Iré a pie.
Bajé del auto y me puse a caminar hasta la siguiente entrada de la autopista. Las calles cambian, pero los recuerdos nunca se van. Mientras más me acercaba a la casa, más empezaba a recordar la época en la que viví por la zona. Los recuerdos después de la muerte de mi padre no eran algo que me gustara mantener aún en mi mente.
El viento helado me recorría desde la cabeza hasta los pies. Ese sinsabor que había experimentado hace unos minutos en el auto de Geto, parecía haberme arruinado la noche sin que aún empezará.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
