CAP 3

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Finalmente llegué a la casa grande de color beige, el pórtico color caoba estaba abierto y los autos se estacionaban en la entrada. 

Todos amigos y familiares de mi madre que adoraban el gusto finísimo que tenía y podía llenar con todo el dinero que tenía. Si supieran que no teníamos un centavo, nadie aparecería por estos lares. Lo único que le quedaba a mi madre eran dos cosas: el apellido y las apariencias.

-Madre. - la saludé una vez dentro. Ella se giró y me vió de arriba a abajo. - Feliz cumpleaños.

Mi madre, que se encontraba rodeada de algunas de sus amigas, esbozó una sonrisa y me abrazó.

-Hija, gracias por venir. - dijo con un tono más elevado del que normalmente usa. Claro, todos nos estaban observando. Apariencias.

-Dónde está Yuri?- pregunté.

-Quizás en su habitación.- bebió un sorbo de champaña de su copa.- ¿Podrías decirle que baje? Hay muchas personas importantes que debería conocer.

-¿Qué personas? - pregunté. Yuri solo tenia 17 años, no me gustaba que la tratara como si fuera un objeto que debía mostrarle a sus invitados.

-Personas importantes, me refiero, de los clanes de hechicería más importantes. – bien, aquí venia. – No del tipo de personas con las que tú te relacionas.

5 minutos. No habían pasado ni 5 minutos y ya quería irme de ahí.

-Pídele que baje, por favor. Debo hacer un anuncio importante, y necesito que ambas estén aquí.

Me limité a asentir con la cabeza y fui directamente a la habitación de Yuri.

-¡Yuri!- casi me lancé a ella para darle un abrazo.

-Akane!-sus ojos se abrieron de sorpresa.- Viniste.

-Por su puesto. No iba a dejarte sola en un día como este.

Acaricié su cabello, la extrañaba tanto. Era el único motivo que encontraba para no irme de ese lugar.

-Bajemos, mamá nos quiere presentes antes de su discurso.

Apenas estuvimos abajo, sentí el estrés acumularse nuevamente en los hombros de Yuri.

-Iré por agua, ahora vuelvo. - Me imagino la angustia que debe estar experimentando, sin poder huir de ese lugar. 

Uno nunca llega a acostumbrarse a las miradas, los chismes, la prepotencia de la familia. Me sentí afortunada de haber podido huir de ese lugar.

-Bien familia y amigos. - empezó mi madre. - Primeramente, quiero agradecer a cada uno de ustedes por estar acá. Como saben, desde que mi difunto esposo falleció, esta casa nunca volvió a ser la misma.

Lo mismo de todos los años. Usaba la imagen de mi padre para generar lástima.

-Pero sentirlos nuevamente acá hace que puede olvidar, aunque sea de manera momentánea, un poco del dolor que hasta hoy siento. Mi esposo siempre soñó con una familia grande, en la que nadie se sienta incomprendido. Una familia que crezca y contribuya a las normas establecidas de la sociedad en la que todos hemos crecido. Hoy, siendo mi cumpleaños, mi más grande deseo es mantener el legado que mi difunto esposo siempre soñó. Por eso, quiero anunciarles con gran orgullo la unión de mi familia y la familia Zenin en un matrimonio que será el pilar principal para poder construir ese sueño, que ahora también se ha convertido en el mío.

'¿Se volvió loca?' pensé, '¿Se volvería a casar? ¿Solo para mantener el legado de mi padre? ¿Y con el clan Zenin? Nuestra familia, ni siquiera nuestro apellido es importante en la sociedad de hechicería. ¿Cómo es que los Zenin aceptaron esto? Es una locura'

SUSURROS DE POESÍA | OC x Suguru GetoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora