SUSURROS DE POESÍA | OC x Suguru Geto

CAP 6

Geto Suguru.

En algún lugar de Tokio.

20:34

El sábado llegó en un abrir y cerrar de ojos. Shoko estaba organizando toda la decoración con sus compañeros del curso de Medicina. Por otro lado, yo solo pensaba en una sola cosa, o mejor dicho, en una sola persona.

-Me encanta tu camisa, Suguru.

Me giré con sorpresa y vi a Aiko detrás de mí con una bandeja de platos.

-Gracias. Déjame ayudarte con eso. - Llevé la bandeja a la cocina y Aiko me siguió.

-La tela... es seda? - dijo palpando mi camisa con los dedos.

-No, es algodón. – empezaba a incomodarme su contacto.

Salí nuevamente a la sala, todos empezaban a llegar. ¿A quiénes había invitado Shoko? 

De un momento a otro la sala y el hall ya estaban llenos de invitados que no conocía. Una mezcla de ansiedad y estrés se empezó a acumular en mi pecho de solo pensar en verla llegar en cualquier momento.

-Toma, tienes cara de que lo necesitas. - Aiko me ofreció un vaso de licor.

-Gracias. - me tomé el trago de un sorbo. - Tienes otro?

-Sí, claro. – respondió y me alcanzó otro vaso igual. Me lo volví a tomar de un sorbo intentando relajarme.

-Todo bien? - preguntó

-Todo está perfecto. - respondí y salí hacia al jardín de la entrada a respirar un poco de aire.

Entonces vi el auto de Nanami parquearse en la entrada. La vi bajar, llevaba una blusa rosada floreada y una falda corta color marrón ceñida a su cuerpo. Mi respiración se detuvo. Se veía hermosa.

-Geto.- me saludó Nanami.

-Hola Nanami.- lo saludé con la mano.- Akane...

-¿Cómo estas, Geto? - me preguntó con una sonrisa. Su labial rosa hacía que sus dientes se vieran como unas perlas que decoraban su boca.

-Bien, bien. Gracias. ¿Y tú? ¿Todo bien?

-Sí, gracias.

Nos quedamos unos segundos viéndonos con una sonrisa.

-Bien, yo iré entrando para saludar al resto. - dijo Nanami.

-Así que, ¿esta es tu casa? - preguntó Akane. - Es muy bonita.

-Es de mis padres. Yo no vivo acá hace mucho.

-Ya veo. - nos estábamos quedando sin conversación. - Me gusta tu camisa.

-Gracias. Me gusta tu...- Sentí un nudo en el cuello al ver nuevamente sus ojos, no sabía que decir. Esta mujer me tenía sin palabras. 'Dí algo, lo que sea' me dije.

-No te esfuerces. - Akane estaba riendo. De nuevo, distrayéndome con su sonrisa. – Nunca he tenido un buen sentido de la moda, ¿sabes?

-No, no es eso...

Akane rió un poco más y me tomó del brazo.

-Bien, ¿me mostrarías tu casa? – sonreí nervioso al sentir su mano alrededor de mi brazo.

-Claro, entremos.

Empecé a mostrarle cada espacio de la casa mientras nos movíamos entre la gente. La lleve al segundo piso buscando algo de privacidad con ella, pero el segundo nivel también estaba lleno de personas.