SUSURROS DE POESÍA | OC x Suguru Geto

CAP 8

Los últimos días habían trascurrido muy lento desde aquel almuerzo con Suguru. Trataba de no darle mucha importancia, pero la verdad era que me hubiera gustado hablar de eso con alguien. Por alguna razón la imagen de él aparecía en mi cabeza de un momento a otro durante el día. Cada noche antes de dormir pensaba en la experiencia en el clóset, en sus manos grandes recorriendo mi cuerpo, en lo que hubiera pasado si no lo hubiera detenido. Deseaba no haberlo detenido, pero probablemente hubiéramos cruzado una línea de no retorno.

Ni siquiera había podido contárselo a Nanami. Involucrarme con uno de sus amigos... Pff, ¿en qué estaba pensando?

-Sería una locura.

- ¿Qué sería una locura? – respondió Nanami,

Me di cuenta que aquellas palabras que pensé habían salido de mi boca.

-Pues...- traté de pensar en algo rápidamente- ... tal vez debería a empezar a tomar descafeinado.

Nanami rió.

-Tienes razón, sería una locura.

Saqué una taza de su estante y coloqué un filtrante de té antes de echarle agua recién hervida.

-Ya me dirás con quién te escapaste la semana pasada?

-De qué hablas? - pregunté confundida.

-En el almuerzo, simplemente desapareciste.

-Ya te lo dije. No tiene importancia. – Claro que no tenía importancia, o eso quería hacerme creer.

-Bueno, si eso dices.

Sonaba decepcionado, siempre nos contábamos todo. Si no tenía importancia por qué simplemente no se lo decía. 'No tiene importancia. No tiene importancia' me repetía en la cabeza.

-Almorcé con Suguru.- finalmente hablé.

-Suguru?- Nanami me miró incrédulo.- Suguru Geto?

-Conoces algún otro Suguru?

Nanami soltó una risa por lo bajo.

-Por qué te ríes?

-No sabía que había tanta confianza entre ustedes dos- rió. - Ni siquiera a mí me llamas por mi nombre, y ya nos conocemos más de tres años.

-Eso es porque Nanami suena mil veces mejor que Kento.

-Y Suguru suena mil veces mejor que Geto?- La sonrisa que se dibujaba en su rostro empezaba a molestarme por alguna razón.

-Ya me voy. - dije tomando mi bolso. Me giré antes de que viera mi cara roja de la vergüenza.

-Espera. - me tomó del brazo. - Solo estaba bromeando, lo sabes.

Nanami estaba muy bromista esa noche, lo cual nunca antes me había molestado, pero que ahora resultaba sumamente incómodo. Regresé a la posición anterior apoyando mis codos sobre la barra de la cocina y bebí un poco de té intentando esconder parcialmente mi rostro.

-Por cierto, tienes razón. No tiene importancia. - Bebió un sorbo de su café y me lanzó una mirada por el borde la taza. - A menos que te guste Geto.

Escupí mi té sobre Nanami en una forma involuntaria de liberar el aire que se había enredado en mi garganta.

-Akane, este traje es nuevo. - se levantó de su silla para traer un trapo. - Hoy no estás de humor para bromas, ¿cierto?

Yo tosía intentando recuperar el aire.

-Eres muy gracioso Nanami.- dije sarcástica una vez que logré recomponerme. - Literalmente quieres matarme de la risa, ¿no?