¿Un cachorro?

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Laia's version 

La tarde estaba cayendo lentamente mientras Olivia y yo nos encontrábamos en mi habitación, sumergidas en nuestras conversaciones interminables. La luz suave del atardecer se filtraba a través de las cortinas mientras le contaba emocionada sobre las últimas semanas de entrenamiento conjunto con el equipo masculino.

- ¿En serio, Laia? ¿Brady Noon? - preguntó Olivia, levantando una ceja con una sonrisa traviesa. - ¿El chico que te ha estado siguiendo como un cachorro durante las prácticas? ¿Ese Brady Noon?

Reí ante su descripción, pero asentí con una sonrisa.

- Sí, ese Brady Noon. No sé, Liv, es tan... tierno. Siempre intenta acercarse y hablar conmigo, preguntando cosas sobre matemáticas, y hasta intentó invitarme a tomar algo después del entrenamiento.

Olivia soltó una risa juguetona.

- ¿Te gusta, Laia? ¿Es por eso que siempre me evitas cuando menciono su nombre?

Negué rápidamente con la cabeza.

- ¡No! No me gusta, Liv. Solo es agradable tener un compañero de entrenamiento tan dedicado, ya sabes.

Olivia me miró con una expresión juguetona.

- Vamos, Laia, no puedes negar que es lindo. Además, te recuerda a Nishinoya de Haikyuu, y todos sabemos lo mucho que te gusta ese personaje.

Bufé ante su observación.

- No lo comparemos con Nishinoya. Nishinoya es un personaje de anime, Brady es una persona real. Además, son completamente diferentes.

Olivia rio, sabiendo que mi amor por Haikyuu me hacía susceptible a cualquier comparación.

Cambiamos de tema y comenzamos a hablar sobre las próximas regionales. A medida que se acercaban, una mezcla de emoción y nerviosismo se apoderaba de mí.

- No puedo evitar sentirme nerviosa, Liv. Esta competencia es importante, y quiero que nuestro equipo lo haga bien.

Olivia asintió con seriedad.

- Lo harán bien, Laia. Además, tienes a tu "admirador secreto" para ayudarte. ¿Qué puede salir mal?

Le lancé una mirada divertida.

- Deja de decir eso, Olivia. No hay nada entre Brady y yo más allá de la amistad y el vóley.

Sin embargo, a medida que recordaba los momentos compartidos en la cancha y las conversaciones después de los entrenamientos, me di cuenta de que, de alguna manera, Brady Noon se había vuelto más que solo un compañero de equipo. Era alguien que, de alguna manera, había encontrado un lugar especial en mi vida, y eso me hacía sonreír de manera inconsciente.

La conversación con Olivia continuó mientras compartíamos nuestras expectativas y temores antes de las regionales. Olivia, siempre la optimista, intentó aliviar mis nervios con su energía contagiosa.

- ¡Vamos, Laia! Estoy segura de que brillarás en las regionales. Y si Brady está allí para apoyarte, ¡mejor aún! - exclamó, provocándome una risa.

- Deja de insistir con Brady, Liv. Es solo un buen amigo, nada más. - afirmé, aunque en mi interior reconocía que sus intentos por acercarse habían generado una conexión especial entre nosotros.

La noche cayó lentamente mientras seguimos charlando sobre vóley, amistades y sueños. Olivia, como siempre, sacó a relucir su ingenio para desentrañar mis secretos, pero por alguna razón, me sentí reacia a admitir que Brady Noon había dejado una impresión más profunda de la que estaba dispuesta a reconocer.

La semana previa a las regionales estuvo marcada por entrenamientos intensivos y un ambiente de anticipación. Brady y yo continuamos practicando juntos por aparte, perfeccionando nuestras habilidades, y aunque la competencia se acercaba, disfruté cada momento compartido en la cancha.

Durante una de nuestras prácticas, Brady me sorprendió con una pregunta inusual.

- ¿Alguna vez has visto Haikyuu, Laia? - preguntó con una sonrisa, como si ya conociera la respuesta.

Arqueé una ceja, sorprendida por su conocimiento sobre mis gustos.

- Sí, ¿por qué lo preguntas?

- Solo me pareció recordar que te gusta ese anime, y pensé que tal vez Nishinoya te inspira en la cancha. - explicó, observándome con curiosidad.

Sonreí ante su observación perspicaz.

- Bueno, sí, lo hace. Pero eso no significa que todos los liberos deban ser como Nishinoya.

Brady asintió con complicidad.

- Claro, cada uno tiene su estilo. Pero, ¿no sería genial ser recordado como un jugador tan apasionado y valiente como Nishinoya?

Su entusiasmo me hizo reír.

- Claro que sí, Brady. Pero por ahora, centrémonos en las regionales y en ser los mejores líberos que podamos ser.

La última semana de entrenamientos llegó a su fin, y con ello, la anticipación la competencia aumentó. Nos despedimos del gimnasio con la promesa de dar lo mejor de nosotros en las regionales. Mientras caminaba hacia casa con Olivia, sentí la mezcla de nerviosismo y emoción que solo un evento deportivo importante podía provocar.

- Laia, sea lo que sea que suceda en las regionales, estoy segura de que dejarás una impresión duradera. - aseguró Olivia con una sonrisa tranquilizadora.

Asentí, agradeciendo el apoyo de mi mejor amiga.

- Y tal vez, solo tal vez, después de las regionales, podrías considerar darle una oportunidad a Brady Noon. - agregó con una mirada traviesa.

Rodé los ojos, pero no pude evitar sonreír ante su insistencia.

- Lo que sea, Olivia. Ahora, solo quiero enfocarme en dar lo mejor de mí en las competiciones.

𝙏𝙝𝙖𝙩 𝙇𝙞𝙗𝙚𝙧𝙤 - 𝘽𝙧𝙖𝙙𝙮 𝙉𝙤𝙤𝙣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora