𝙏𝙝𝙖𝙩 𝙇𝙞𝙗𝙚𝙧𝙤 - 𝘽𝙧𝙖𝙙𝙮 𝙉𝙤𝙤𝙣

New york

Laia's version

El día comenzó como cualquier otro, hasta que Brady me llamó y me pidió que me arreglara porque tenía una sorpresa para mí. Estaba confundida pero emocionada, así que me apresuré a vestirme y maquillarme. Minutos después, él llegó en su carro con una sonrisa misteriosa.

- ¿Qué está pasando, Noon? - pregunté mientras me acomodaba en el asiento del copiloto.

- Eso es un secreto, Jones. Solo disfruta del paseo - respondió Brady, guiñándome un ojo.

Durante el viaje, puso mis canciones favoritas y compartimos risas mientras hablábamos de todo. El tiempo pasó volando, y después de una hora de viaje, mi curiosidad no pudo contenerse más.

- Brady, por favor, dime a dónde vamos. No seas malo - le rogué.

- No te voy a decir nada, Jones. Aguanta un poco más - respondió, desafiante.

- Entonces, tú aguanta a no recibir besos de mi parte - amenacé, comenzando una broma entre nosotros.

Brady tomó su celular y puso "Welcome to New York - Taylor's version". Me quedé mirándolo, pálida de sorpresa.

- ¿Vamos a Nueva York? - le pregunté, y él simplemente sonrió.

Llegamos a la Gran Manzana, y la ciudad nos recibió con su bullicio y luces brillantes. Brady había planeado una cita romántica en el inicio de la primavera, y cada detalle me hizo sentir como si estuviera en un cuento de hadas adolescente.

Caminamos por Central Park, disfrutando del aire fresco y la atmósfera encantadora. Brady y yo compartimos helados mientras paseábamos, y las risas resonaron entre las charlas animadas. Nos detuvimos en una fuente, donde Brady me tomó de la mano y bailamos, ignorando las miradas curiosas de los transeúntes.

- ¿Te estás divirtiendo, Jones? - preguntó Brady con una sonrisa traviesa.

- Sí, claro. Esto es increíble, Noon - respondí, emocionada.

Terminamos la tarde con una cena en un acogedor restaurante, donde las luces tenues y la música suave crearon el escenario perfecto. Hablamos de sueños y futuros, compartimos anécdotas divertidas y dejamos que el tiempo se desvaneciera.

Después de la cena, caminamos por Times Square, donde las luces brillantes iluminaban la noche. Nos tomamos fotos, riendo y disfrutando de la magia de la ciudad. En un rincón tranquilo, Brady me detuvo suavemente.

- Laia, este día es especial, y quiero que lo recuerdes siempre - dijo, mirándome con ternura.

Entonces, en medio de las luces de Nueva York, Brady me dio un beso que selló nuestra mágica cita. Y mientras nos alejábamos juntos, riendo y siendo simplemente dos adolescentes enamorados, supe que este sería un recuerdo que atesoraría para siempre.

Narrador  version

En el regreso a casa, después de un día mágico en Nueva York, Laia se quedó dormida en el asiento del copiloto. La suave melodía del motor y el cansancio acumulado la sumieron en un profundo sueño. Brady sonrió al verla tan tranquila y hermosa, con el saco cubriéndola delicadamente.

Durante el trayecto, Brady no pudo resistirse a la tentación de capturar esos momentos. Tomó su teléfono y, con cuidado para no despertarla, tomó varias fotos de Laia dormida en el asiento del carro, con la boca ligeramente abierta y el cabello cayendo con gracia sobre su rostro.

Cada imagen era un tesoro, un recuerdo de la paz que encontró mientras descansaba. Brady no podía dejar de sonreír al mirar esas fotos, sabiendo que estas pequeñas instantáneas se convertirían en tesoros atesorados a lo largo de su relación. Laia, su hermosa novia, dormida y serena, era la imagen perfecta de su amor y la complicidad que compartían.

Al llegar a casa, Brady la despertó suavemente, y ambos intercambiaron sonrisas cómplices mientras compartían la colección de fotos que Brady había tomado en el viaje de regreso.

- Quería asegurarme de recordar este día para siempre - confesó Brady, acariciando suavemente la mejilla de Laia.

- Por favor Noon, tenia la boca abierta. Borra eso. - Agrego Laia intentando tomar el celular de Brady

Esa noche, mientras revisaban juntos las fotos y recordaban los momentos especiales de su día en Nueva York, ambos se dieron cuenta de que estas pequeñas instantáneas no solo capturaban un momento, sino que también encapsulaban la esencia de su amor y la conexión única que compartían. Con risas y susurros, la pareja se sumió en la felicidad de estar juntos y de crear recuerdos que perdurarían a lo largo de su historia.