𝙏𝙝𝙖𝙩 𝙇𝙞𝙗𝙚𝙧𝙤 - 𝘽𝙧𝙖𝙙𝙮 𝙉𝙤𝙤𝙣

Hola Minnesota

Se acercan las nacionales, nos vamos mañana. Han pasado unas semanas desde lo último, pero Laia y yo estamos mejor. Algunas cosas siguen siendo raras entre nosotros, pero lo intentamos. Además, todavía no le he dicho que el sentimiento es mutuo. No me odien, pero no le quería decir mientras arreglábamos nuestra amistad, y si le decía después de lo del baile, me iba a odiar porque no se lo grité. Me dio miedo gritarle que me gustaba.

Vamos a competir en Minneapolis, Minnesota. Gracias a nuestros padres y el apoyo de la escuela y la alcaldía, nos vamos en avión porque no soportaría estar 19 horas en un autobús repleto de mis compañeros. Los amo, pero simplemente no.

Las Nacionales son diferentes, no serán tan rápidos como las regionales y nos tendremos que quedar un par de días. Nos quedaremos una semana: 4 días por si llegamos a la final, ya sean las chicas o los chicos; otros dos para conocer y el que sobra, pues para ubicarnos el día que lleguemos.

Jugaremos 2 partidos los dos primeros días y si llegamos a semis y a la final, solo serán esos partidos.

Estoy nervioso, de verdad quiero ganar y las chicas también merecen ganar. Espero que en este viaje no pase nada raro entre Laia y yo.

Son las 7:00 AM y todos estamos en la sala de espera tirados en el piso. Laia estaba dormida sobre las piernas de una compañera y yo simplemente la admiraba desde lejos mientras escuchaba "Try Again (Feat. d.ear)- Jaehyun", una canción que creo que va mucho con nosotros.

El vuelo no fue taaaaan largo y llegamos bien al hotel. Los entrenadores nos separaron debidamente en las habitaciones y dijeron que nos reuniéramos a medio día abajo para ir a conocer el Minneapolis Convention Center, que era el lugar donde pelearíamos por el título nacional.

Llegamos al Minneapolis Convention Center, es un lugar asombroso. Todas las banderas de los equipos están por las paredes, todos los deportistas están concentrados en su entrenamiento, y yo solamente pienso en cuando le voy a decir a Laia que me gusta.

"Ah chicos, se me había olvidado decirles, por la noche en el hotel hay una fiesta para todos ustedes para festejar que llegaron a las nacionales. Pueden ir, claramente, pero no se duerman tan tarde porque los chicos tienen su primer partido a las 8:00 AM y las chicas a las 10:00 AM, pero todos nos venimos juntos aquí."

Genial, le puedo decir hoy.

Con los chicos llegamos antes a la fiesta porque no nos demoramos arreglándonos. Todo era genial, estaba repleto de luces, de globos, y creo que acabo de ver una mesa llena de proteína. Eso no importa, también hay una cabina de fotos y todo se ve increíble.

Pasamos media hora esperando a las chicas hasta que aparecieron. La única que me importaba era Laia, se veía hermosa, ella es hermosa.

Tenía un saco verde ya que repentinamente estaba lloviendo y haciendo frío. Ahora que lo pienso, nunca le pregunté su color favorito. ¿También será el verde? Se ve increíble con el verde.

- Hola Laia.

ME IGNORÓ.

La noche continuó, y yo estaba alejado de la pista de baile. Tengo malos recuerdos de que me dijeron que bailo como un pingüino borracho. y de repente llegó ella.

- ¿Qué pasa Noon? ¿No te gusta bailar?

- Tengo traumas. ¿Y tú? ¿Por qué no estás con las demás?

- Ellas están felices y yo ya me empecé a asustar, así que prefiero alejarlas de las malas vibras.

- Y me las traes a mí.

- Te las ganaste.

- ¿Quieres que nos tomemos fotos en la cabina?

- Prefiero comer proteína. Nos vemos Noon.

La amo demasiado.

Laia se me perdió el resto de la noche y mis intentos de declarármela fracasaron. Ahora me tengo que concentrar en los partidos.

El primer día de partidos finalmente ha llegado. La adrenalina fluye mientras entramos al Minneapolis Convention Center, listos para representar a nuestra escuela en el torneo nacional de voleibol. La emoción y los nervios se mezclan mientras nos preparamos para los desafíos que se avecinan.

Nuestro equipo masculino se enfrenta al primer partido del día. La cancha está llena de energía y la competencia es intensa. Los saques, los bloqueos y las jugadas estratégicas se suceden mientras luchamos por cada punto. Laia y las chicas están en las gradas, animándonos con entusiasmo. Aunque estoy nervioso, encuentro consuelo en saber que tenemos el apoyo de nuestro equipo femenino.

Después de un emocionante partido, logramos asegurarnos la victoria. Laia sonríe desde las gradas, y siento un impulso de confianza. La primera fase está superada, pero el camino hacia la final aún es largo.

En el segundo partido del día, las chicas toman la cancha. El nivel de competencia es alto, pero las chicas demuestran su destreza en cada golpe. Laia se destaca con su agilidad y habilidades, y estoy orgulloso de ser parte del mismo equipo. Al final del día, ambos equipos logramos sobrevivir.

Después de los partidos, nos reunimos como equipo para reflexionar sobre el día. Laia y yo compartimos algunas miradas, pero no he encontrado el momento adecuado para decirle lo que siento. La tensión romántica entre nosotros parece flotar en el aire, pero ahora mi enfoque está en el éxito del equipo.

El segundo día de juegos llega rápidamente, y tanto el equipo femenino como el masculino se han destacado lo suficiente como para avanzar a las semifinales. La emoción es palpable mientras nos preparamos para los desafíos cruciales que determinarán quién se lleva a casa el título nacional.

La ansiedad y la anticipación se mezclan en el vestuario antes de las semifinales. Laia y yo intercambiamos miradas cargadas de significado, pero todavía no ha llegado el momento de hablar. Concentramos nuestras energías en el juego que se avecina.

Los partidos de las semifinales son emocionantes y reñidos. Ambos equipos luchan con determinación, y la competencia alcanza su punto máximo. Laia brilla en la cancha, demostrando su habilidad excepcional. Al final de la jornada, ambos equipos han logrado llegar a la final. La emoción se desata entre nosotros, y la posibilidad de llevar a casa el título nacional está más cerca que nunca.