𝙏𝙝𝙖𝙩 𝙇𝙞𝙗𝙚𝙧𝙤 - 𝘽𝙧𝙖𝙙𝙮 𝙉𝙤𝙤𝙣

Fresita

 Se acercaba el Prom, la graduación, unas semanas más y todo cambiaría. Ya no vería a mi novia en las clases de matemáticas, y ella no lucharía con Walker y conmigo para que entendiéramos. Ya no tendría entrenos con mis chicos todas las tardes, ya no sería el líbero estrella del equipo masculino, todo acabaría y tengo miedo, pero no estoy solo y todo saldrá bien.

Laia aplicó a todas las universidades de la Ivy League y fue aceptada en todas, lo cual me hace sentir un novio muy orgulloso. La apoyo en cualquier decisión que tome, y por mi lado, apliqué a unas cuantas universidades en Nueva York y Los Ángeles, ya que no he tomado la decisión de si quiero que mi futuro se valga de la actuación, pero mis padres me apoyan en cualquier decisión que tome, al igual que Laia.

Entonces sí, se acerca el prom y no voy a cometer el mismo error que cometí en el baile de invierno. Al menos ningún chico va a invitar a Laia, ya que todos saben que somos novios, eso espero.

Pasé por Laia en una tarde soleada, el plan era simple: ir a la playa a jugar vóley y bañarnos un rato en el mar. Laia invitó a Olivia y a Walker, pero yo de antemano les dije que le iba a pedir ir al prom, entonces ellos rechazaron la invitación.

Pasamos toda la tarde jugando vóley, y Laia parecía un tomate de lo roja que estaba.

- ¿Estás segura de que te aplicaste bloqueador?

- Claro que sí, no dudes de mí, Noon.

- Pero es que pareces una fresa, con tus pecas y la cara roja te ves como una linda fresa.

- Te voy a matar - dijo Laia mientras me tiraba el balón en la cara.

Después nos fuimos al mar a bañarnos, pero Laia quería jugar a las sirenas. No me opuse porque me gustaba verla feliz, además también me gusta jugar a las sirenas. En una de esas, Laia casi fue arrastrada por el mar y me tocó sacarla antes de que se fuera con la corriente. Ella se enojó conmigo porque asegura ser un "animal marítimo" y que ella es una con el mar, pero luego no me quería soltar porque le dio frío.

Pasado un rato, mientras el sol caía y tornaba el cielo de unos colores hermosos, decidí hacerlo.

- Laia, sé que esto va a ser algo obvio y simple, pero ¿me harías el honor de poder ser tu acompañante en el prom? - pregunté mientras sostenía su mano.

Ella simplemente miraba el atardecer, se veía hermosa. Tenía mi saco puesto, su pelo mojado y su carita seguía roja como la de una fresa; era una imagen perfecta, es mi chica perfecta, ella es perfecta.

- Eso es lo que debías de hacer en el baile de invierno, Noon - respondió Laia con una sonrisa ¿Sadica?

Antes de poder quejarme, ella me tomó de la cara y me acercó suavemente a ella para darnos un cálido beso que respondía la pregunta.

- Claro que quiero ir contigo, idiota - Dijo Laia mientras se separaba un poco de mis labios para después volver a iniciar el beso.

Fue una tarde mágica.

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Era el día del prom, estaba nervioso, ya que el último recuerdo mío en un baile con Laia fue un poco caótico, pero ya soy su chico, todo saldrá bien.

Me puse mi traje y me tomé un par de fotos con Connor antes de salir hacia la casa de mi novia. Cuando llegué, su madre me dijo que ella ya iba a bajar y que esperara un poco. Ahí fue cuando pasó, el momento icónico de película. Ella venía con su hermoso vestido verde nuevo, tenía el pelo ondulado y recogido como en el anterior baile, pero ahora lo tiene un poco más largo. Sus ojos brillaban como si fueran dos hermosas estrellas; ella era la estrella que más brillaba esta noche, parecía que bajaba en cámara lenta. Ella era toda una princesa, mi princesa.

- Noon, se te cae la baba - dijo Laia al terminar de bajar las escaleras.

- No seas así, hija, es que te ves hermosa.

- Demasiado hermosa - agregué yo un poco tímido.

- JA, NOON, AHORA TE VES COMO UNA FRESA.

¿Estaba tan rojo?

Decidí dejar que Laia se riera un poco de mí para después ponerle un lindo ramillete en su mano. Ella intentaba no ponerse nerviosa porque su mama estaba ahí, pero noté cómo su cara se ponía como una fresita de lo emocionada que estaba (No le gusta demostrar amor al lado de su familia). Luego nos tomaron las respectivas fotos antes de irnos al prom a disfrutar la noche. El camino fue lleno de risas y chistes pesados haciendo referencia a las fresas.

Al llegar al baile ambos nos pusimos nerviosos ya que la ultima vez todo era diferente y note como laia empezaba a temblar

- Todo va a salir bien fresita, estamos bien - dije mientras apretaba suavemente su mano

Por un rato, perdí a Laia que se fue con sus chicas a bailar y a cantar en la mitad de la pista, mientras que yo me quedé con Walker mientras él hacía chistes re malos del baile pasado. Pero decidí secuestrar a Laia para bailar. Me humillé demasiado en la pista, pero la hice reír, y eso era suficiente para mí.

- Ven, Noon, sígueme.

- Como ordenes, Jones.

Ahora Laia me secuestró, y de alguna forma, logró hacernos subir a la terraza de la escuela.

- Quiero bailar contigo, Noon, sin risas, sin gente que nos juzgue, solo tú y yo bajo la luna.

- ¿Qué vamos a bailar, amor? La música está abajo.

- No te preocupes.

Laia tomó su celular y puso "Can't Help Falling In Love" de Elvis Presley.

- Siempre quise bailar esto con el amor de mi vida - dijo Laia mientras se escondía en mi hombro.

Bailamos un dulce vals, se podría decir, y fue lo más tierno que me ha pasado en toda mi vida. Fue demasiado para mí ver cómo Laia quería bailar esta canción conmigo.

No quiero parar de bailar nunca, la amo demasiado.

- Te amo - dije casi susurrando.

- Yo sé que me amas, fresita. Yo también te amo.

Y así, bajo la luz de la luna, Laia y yo sellamos nuestro amor con un dulce beso. Todo había cambiado, nada era igual que al principio del año escolar y me encantaba. Aquella chica de camisa verde en esa primera clase de matemáticas me cautivó y ahora era mi hermosa novia. Si pude haber perdido el título nacional, pero la gané a ella. Ella es lo mejor que me ha podido pasar, quiero casarme con ella, envejecer con ella, ella es mi todo, y estoy dispuesto a hacer lo posible para no perderla. Amo a mi Laia Jones, mi líbero favorita, mi número 4, mi fresita linda, mi chica.