Charlotte
Estaba muy feliz, tenía muchas razones para estarlo, las cosas con Evan se habían solucionado, la cena familiar fue fantástica y llena de sorpresas, sonrisas y amor, el partido de los chicos fue todo un éxito y ahora estábamos celebrando que los promotores que estuvieron en el partido habían hecho muchas llamadas y grandes ofertas para los chicos. La casa estaba decorada con globos azules, blancos y plateados, cajas con uniformes y regalos por todos lados en la sala, todos cortesía de los equipos interesados en el talento de mi hermano.
Me sentía tan orgullosa de él, no terminaba de aceptar que mi hermano ya era todo un chico independiente, que pronto los dos iríamos a la universidad; que su sueño estaba a punto de hacerce realidad. Después de todo lo había logrado, mi Evan el mismo niño que desde pequeño siempre estuvo detrás de mí, buscando la atención de su hermana mayor, tratando de seguir el ejemplo que yo le daba; de algún modo me sentía plena y feliz por qué aquel niño ya había crecido, junto a mí y me hacía sentir que todo lo que habíamos enfrentado juntos estaba dando buenos resultados.
Que luego de apoyarnos en las buenas y en las malas, tocaba tener tranquilidad, alegría y obtener lo merecido por tantas noches imborrables de dedicación, empeño, amor, apoyo incondicional y sueños por realizar.
Hoy por fin podíamos decir que lo estábamos logrando, como familia, como compañeros de vida, como hermanos. La alegría se sentía en casa, Ana cocinaba una rica pasta carbonara junto a mamá. El delicioso olor llegaba hasta la sala donde nos encontramos Evan, Rebecca, Lucas, Alex y yo viendo lo mismo que el pequeñín de la casa.
Díganme ¿Pero quién le quita sus dibujos animados favoritos a un niño pequeño? Eso está prohibido y más si se trata de Mickey Mouse.
Todos en la casa amamos las series, película o cortos animados de Disney, supongo que la obsesión fanática por Disney viene desde otras generaciones.
La película de los tres mosqueteros de Mickey nos mantiene entretenidos mientras esperamos el almuerzo, recreamos algunas escenas de la ópera, Pedro y sus secuaces tratan de mantener a Minnie y Deisy con ellos mientras Mickey y sus amigos intentan salvarlas. Cantamos las canciones y bailamos entre risas junto a Alex quién se mueve de un lado a otro soltando carcajadas y haciendo poses de "súper héroe muy valientes" según él pequeño ojos verdes.
Me hace recordar el apodo que pensé la noche del evento en casa para el grupo de amigos de Lucas, Logan y Percy. Aquella noche en dónde me acerque a Eros por primera vez, cómo amiga y dónde termine dándome cuenta que era más que eso, luego vino la pijamada y todo tuvo una caída en picada en mi vida; arreglamos las cosas y seguimos adelante para luego tener la cena familiar más linda que tuve, y el partido.
Esa noche fue increíble, ver a los chicos corriendo de un lado a otro de la cancha, derribando a los del otro equipo, con aquellos uniformes azules y blancos que les quedan tan geniales, sus cascos plateados brillando bajo los reflectores del campo de juego, la mirada intensa de Eros hacía mí durante algunos minutos del partido y el grandioso Touchdown que me dedico quitándose el casco, señalando con el su corazón y luego a dónde me encontraba junto a mi familia.
Suspiro recordando todas las cosas que han pasado en tan poco tiempo, después de 17 años conociéndonos ¿Cómo es posible que nunca me halla dado cuenta que me gustaba? Él siempre estuvo aquí; siempre trato de llamar mi atención pero jamás le di importancia, supongo que no quería ser cómo la mayoría de las chicas de la secundaria, y es qué cuándo tienes a tantas personas alrededor siguiendo un mismo patrón se vuelve agobiante. No quería ser una más del montón, tratar de ser yo misma y no caer en ese patrón tan repetitivo de que todos los chicos del equipo de fútbol americano son los crush de todas las chicas.
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La maravilla de su sonrisa y lo oscuro de sus ojos [#1 Libro]
Teen FictionEros y Charlotte son grandes personajes que tienen metas trazadas, su amor es un tanto raro, él toda la vida enamorado de ella pero después de 17 años es que Charlotte se da cuenta que Eros le atrae. Todo es cuesta arriba cuando sus padres son socio...