Epílogo

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30."Mi latina"

Eros

El sol en Los Ángeles era un poco fuerte aunque estábamos en la primera nevada del año, el día era atareado pero seguía teniendo energía, venía de la práctica y en la mañana había sacado una excelente nota en un exámen de la universidad; sin embargo en la casa había un montón de cosas por hacer, ya estábamos en tiempo de fiestas y esté año se celebra en nuestra casa.

Estaciono el auto que me regaló mi novia justo afuera de nuestra casa, mientras veo a Charlotte salir de está forrada en ropa de invierno, sus guantes, bufanda, gorro y abrigo; se ve tan tierna con su nariz levemente roja por el frío, me apresuró a bajar del auto para abrir la puerta de copiloto, cuando está cerca la recibo en mis brazos dándonos un beso lento para luego entrar al carro. Apenas entro al asiento de conductor mi mano va hacía una de sus piernas mientras la otra descansa en el volante, iniciando el camino; tenemos que hacer las compras navideñas para adornar la casa.

Ésto nos ha ayudado a ir poco a poco creando una rutina en pareja, el vivir juntos nos a brindado el tener una relación de mejor comunicación, confianza y estabilidad emocional.

Está navidad viene llena de sentimientos, emoción de que será nuestra primera navidad juntos, alegría de que todos estemos junto en nuestra casa, preocupación por ser buenos anfitriones y que todo esté listo para cuándo lleguen nuestras familias, nostálgico por lo que vivimos durante todo este año, las metas logradas y el aprendizaje de los errores cometidos. Todo el proceso de decoración de la casa al recién mudarnos fue un poco difícil pero aún así sé que ha sido la mejor decisión de mi vida.

La semana de mudanza había sido agitadora, pero sin duda el proceso de arreglar las cosas fue mucho más estresante que comprar las decoraciones, después de todo quería que Charlotte se sintiera totalmente cómoda dándole el toque delicado que sólo una mujer puede aportar a este tipo de cosas, ella quería algo sofisticado, lindo y minimalista.

Pero sin duda no fue ella la que se llevó la mayoría de los regaños durante el proceso.

                             ...

Semanas atrás

-¿Está bien amor?— volteó a mirar a Charlotte mientras sostengo en cuadro que compramos tratando de centrarla en la pared, pero simplemente ella dice que no está derecho, llevamos en esto como quince minutos y todavía nos falta el resto de las cosas.

-Tienes que ponerlo más a la izquierda amor ya te lo dije como veinte veces — puedo ver su ceño fruncido levemente mientras observa con cautela cada uno de los movimientos que hago.

Con cuidado muevo el cuadro hacia donde ella dice y la vuelvo s mirar esperan una respuesta, veo como niega lentamente mientras mira el cuadro.

-Trata de centrarlo y luego lo acomodas con cuidado amor — su mirada acusadora me hace tratar de concentrarme y volver a intentar centrar el cuadro por enésima vez.

-¿Así amor? — su mirada va desde el cuadro hasta mí con una ceja alzada, se cruza de brazos volviendo a negar; logrando frustrarme y soltar sin pensar — ¡Llevo medía hora en ésto y sigues diciendo que no está derecho! ¡Todavía tenemos muchas cosas por hacer y estamos frenados por un simple cuadro! ¡Es fácil sólo estar allí dando órdenes! ¿Si creés que es tan sencillo por qué no lo pones tú? — mi voz cargada de frustración se escucha por toda la sala de nuestra casa.

-¿Tú quieres que yo me moleste más Eros Harrison? — Mierda, al escuchar mi segundo nombre mi cerebro lo asocia rápidamente con la vez que Evan me dijo que si una latina te llama por tu segundo nombre estás en problemas me hizo tragar en seco, dejando con cuidado en cuadro en manos de Charlotte.

La maravilla de su sonrisa y lo oscuro de sus ojos [#1 Libro]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora