Charlotte
La respiración acelerada de Eros chocaba entre mi cuello y mi hombro, repartiendo besos por toda esa zona haciéndome soltar varios jadeos y suspiros que pronto se volvieron más constantes y evidentes en aquel baño.
Sus manos bailaban por todo mi cuerpo repartiendo caricias, apretando a su gusto buscando un contacto más íntimo; sus besos bajan por mi clavícula a mi escote del vestido negro que llevaba justo ahora que había sido el cambio después de terminar el show. Mis manos juegan con su cabello alborotándolo, nuestros labios se vuelven a encontrar en busca de atención, saboreando nuestra pasión con desesperación; nos separamos un poco para tomar aire y mirarnos, soy yo la que toma la iniciativa de atacar su cuello, bajando mis manos a sus hombros y siguiendo mi camino hasta su pecho, comenzando a subir su camisa blanca que se ajustaba tan bien a sus músculos, el look que tenía esa noche no ha hecho otra cosa que hacerme desearlo más.
¡Es que se ve tan bueno! Bombón de mi corazón.
Un gemido ronco sale de los labios de Eros que me hace tener más valentía y quitar por completo su camisa poniéndola a un lado de la encimera tocando directamente su piel, sus manos bajan de mi cintura a mis muslos haciéndome bajar de la encimera de los lavamanos para estar de pie, nuestra diferencia de altura me hace subir el rostro para mirarlo, se ve súper sexy y ardiente. Su lado dominante sale a relucir en cuanto toma mis caderas firmemente para girarme haciendo que mi espalda choque con su pecho firme. Nuestras miradas se conectan a través del gran espejo creando un descontrol en mi sistema cardíaco, nuestras miradas oscuras e intensas van más allá de lo físico van directo al alma; sus labios succionan levemente mi cuello pasando su lengua por esa misma zona haciéndome cerrar los ojos y echar hacia atrás mi cabeza dándole más acceso, soltando un gemido bajo que se escapa entre mis labios, sólo necesitó eso para estar dispuesta hacer lo que él quiera y por lo que veo los dos queremos lo mismo.
Sus suaves toques eran como poesía romántica en mi cuerpo, como notas de las canciones más alegres que puedan existir, era el arte más sensual que te invitaba a querer más y más, el deseo en sus ojos lo podía encontrar sin indagar más allá de las dos perlas oscuras de su mirada hipnotizante; nuestras respiraciones iban al mismo compás apurado, nuestras pieles se sentían como uno sola bajo el toque delicado de nuestras manos. Eros era mi pecado más grande, el más culposo y anhelante de mis pecados que paseaba a mi alrededor haciéndome perder la cordura; atrayendo mis instintos salvajes a caer en sus redes de amor y deseo incontrolable.
Sus manos bajan de mis muslos a mi trasero levantando la falda de mi vestido lentamente hasta mi cintura, sus dedos fríos me hacen jadear un poco, puedo sentir como toma el borde de mis bragas comenzar a bajarlas, la tela cae hasta mis tacones y sus manos tocan a su antojo mi trasero, restregando su considerable erección entre mis glúteos.
¡Que tortura!
Me concentro en una de sus manos que viaja al escote de mi vestido adentrándose hasta tocar mis senos por debajo del brasier; un suspiro sale de mis labios sin poder evitarlo haciéndome arquear la espalda un poco acercando mi trasero a su pelvis, Eros hace mi cabello a un lado para seguir besando mi cuello, su otra mano sigue en mi cadera sin soltar su agarre; se acerca a mi oído peligrosamente mientras nuestras miradas no se apartan del espejo en frente de nosotros.
-Te amo Charlotte — puedo apreciar un pequeño sonrojó de su parte, a pesar de que no suele pasar mucho Eros se ve hermoso sonrojado, aunque de por sí ya es hermoso.
-Yo también te amo Eros — las leves sonrisas que nos dedicamos se van a segundo plano al escuchar el tintineo de su cinturón al desabrocharse, el sonido del envoltorio plástico que tomó de uno de sus bolsillos seguido del cierre de su pantalón. Gracias al espejo veo como baja su bóxer dejando ver su erección.
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La maravilla de su sonrisa y lo oscuro de sus ojos [#1 Libro]
Teen FictionEros y Charlotte son grandes personajes que tienen metas trazadas, su amor es un tanto raro, él toda la vida enamorado de ella pero después de 17 años es que Charlotte se da cuenta que Eros le atrae. Todo es cuesta arriba cuando sus padres son socio...