La maravilla de su sonrisa y lo oscuro de sus ojos [#1 Libro]

19. "Lo que provocas" [+18]

Eros

Aquella noche las luces de neón alumbraban todo su cuerpo causando estragos en el mío. Sus movimientos sensuales me incitaban a estar junto a ella, pegado a su cuerpo y admirando su belleza desde cerca.

Sus ojos detonaban un enigma salvaje, aquella mirada solo me provocaba, me hechiza con su divino encanto de diosa.

Por esa mujer haría lo que sea, con tal de tenerla a mi lado y sentirla entre mis brazos.

Su top se amolda a su piel perfectamente dándome una buena vista de su delgada silueta, aquella escultura de mujer me traía loco, su shorts se ajustaban a sus piernas cada vez que bajaba de forma sensual, su mirada estaba conectada a la mía; ni un solo segundo nos dejamos de mirar.

Los botines le daban elegancia a su atuendo, la hacían ver alta, sus piernas largas y contorneadas me encantaban, los movimientos de sus caderas causaban un sin fin de reacciones en mi cuerpo que solo me hacían desearla más.

Tomando un sorbo largo de mi bebida comienzo a bajar las escaleras con dirección a ella. Mi entre pierna amenaza con salir de mi pantalón, sin evitarlo la sensualidad de Charlotte controla mí cuerpo.

Llego a su lado y ella no se da cuenta de mi presencia hasta que me pongo detrás de su espalda y la tomo de las caderas, su angelical rostro voltea a mirarme, refleja la inocencia que me excita más, su tierna carita me atrae a besar sus labios, paso una de mis manos por su cuello, conociendo el camino hasta su perfil, lentamente subo hasta su mejilla pidiéndole permiso con la mirada para tocar su rostro.

Mi naríz baja a su cuello cuando siente el ligero perfume cítrico que tanto me gusta, un suspiro escapa de sus labios cuando dejo un casto beso en su cuello.

Su mirada se encuentra con la mía al subir, ella toma mis manos de sus caderas y las lleva por encima de su top, justo en sus senos; sin mover mis manos solo posarlas en sus pechos buscó su boca que me recibe gustosa, un beso lujurioso, nos envuelve, el sabor a Coca-Cola en sus labios se mezcla con el brandy de mi bebida haciendo una combinación explosiva para mi ser; las manos de Charlotte se entrelazan en mi cabello, mientras yo bajo lentamente mis manos a su cintura y hago presión en ella, sus caderas se mueven hacía atrás y su majestuoso trasero choca contra mi erección.

Nos separamos del beso cuando un jadeo sale de sus labios; el deseo en su mirada es evidente, está un tono más oscuro de su color miel, los míos deben estar casi negros tomando en cuenta el color marrón oscuro que predomina en mi mirada.

Charlotte baja sus manos de mi cabello y entrelaza nuestras manos, hace que paseen por todo su cuerpo mientras ella sigue moviéndose al ritmo de la música que suena en el lugar; con cada meneó que dan sus caderas es una tortura para mí, el deseo de estar a solas o en una rincón con poca luz me consume. Mi mente no para de imaginarse un millón de escenas explícitas entre ella y yo.

Las luces moradas, azules y verdes son un espectáculo reflejado en su cuerpo, su cintura moviéndose de manera continúa y segura en cada paso, Charlotte da una vuelta y queda de frente a mi, el escote de su top me da una buena visión del valle de sus senos, el color negro de la prenda resalta sus curvas y su piel blanca que tanto anhelo.

La música termina y cambia a un Funk brasilero, bastante movido. El sonido latino inunda el lugar, el ambiente es mucho más festivo y ajetreado; Zack está bailando con Karen y Emma simplemente se divierte sola, Charlotte vuelve a darse vuelta; la increíble vista de su espalda que me ofrece su top es maravillosa, sus caderas se mueven continuamente al ritmo de la música, su trasero roza repetidamente con mi duro miembro; los adornos de cadenas en su shorts se mueven al mismo compás que sus sensuales movimientos de caderas, la magia de está mujer al moverse es otro nivel, el deseo que le tengo es extremadamente grande, las sensaciones que desbordan mi cuerpo son severamente de instintos salvajes, lujuriosos.