Hogwarts

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Luego del incidente en el mundial de quidditch desperté en casa. Estaba en mi habitación con la cabeza reventándome a mil por hora. Sentía como si tuviera la resaca de mi vida y ni siquiera había bebido nada. 

Al parecer me encontraba sola porque me levanté para buscar a quien sea en mi habitación pero simplemente no había nadie. Tenía la curiosidad de saber cómo me veía luego de lo que ocurrió y quité la tela que cubría el espejo principal de mi habitación. 

Tenía un costado de la cara completamente morada y toda la zona que antes creí que era sudor, estaba cubierta por una venda gruesa.

Suspiré pesadamente y salí de la habitación en busca de cualquier ser que pudiera explicarme lo que ocurría pero ningún miembro de mi familia se encontraba allí salvo por Uli, el elfo.

— Disculpa... ¿Dónde están todos?

— Señorita Gabrielle, usted debería estar reposando. 

— Ya me encuentro bien. — Respondí mientras tomaba asiento.

— Uli le traerá una poción para el dolor. — El elfo salió corriendo pero luego se detuvo de pronto y volteó para responder ,mi pregunta. — Su familia fue a hacer compras de último momento, no tardan en regresar. Me pidieron que la cuidara.

Asentí no muy convencida y esperé a que Uli me trajera dicha poción la cual sabía a tierra pero terminé de ingerirla porque la cabeza enserio dolía muchísimo. Mientras esperaba a que terminara de dolerme, fingí demencia para enterarme de lo que ocurrió mientras estaba desmayada. 

— Lo poco que Uli sabe es lo que está en el periódico. Se dice que una elfina fue quien invocó la marca tenebrosa. Cuando ya era seguro regresar a las carpas, sus padres pagaron una cifra alta de galeones para tener el primer traslador para regresar al amanecer. La familia Riddle regresó a su hogar y Tamily junto a Uli la cuidamos a usted. Su madre está muy consternada y la señora Venelia no hace otra cosa más que maldecir para la incompetencia del ministerio.

Venelia tan icónica.

— ¿Y tú qué crees que ocurrió allá? — Pregunté.

— No es adecuado que Uli opine. — Respondió con pena.

— Descuida, puedes hacerlo. No le diré a nadie.

Él dudó antes de responder. — Pues... bueno... Uli cree que incriminaron a la elfina y que alguien más invocó la marca tenebrosa. Los que incendiaron las carpas sólo querían asustar a los de sangre mestiza e hijos de muggles, porque desaparecieron cuando apareció la marca en el cielo.

Pues sí le acertó.

Uli y yo hablamos acerca de lo que ocurría en el mundo mágico desde que ocurrió la guerra mágica. Supuestamente ni Reggie ni yo sabemos lo que pasó con Harry, entonces me quedé escuchando todo el relato mientras comíamos una tarta de mora y tomábamos el té como señoras chismosas.

Él también dijo que la escuela era un lugar seguro, pero refiriéndose a que era seguro para no tener intrusos o atacantes exteriores. Pero si algo ocurría ahí dentro pues ya era un tema aparte, como con el gigante.

Luego de unas horas Uli me quitó el vendaje de la cabeza y al verme al espejo no tenía marcas ni moretones, entonces ya no odié tanto la poción. Al menos no sabía a culo como el suplemento que me hacían tomar los Vengadores. 

Estuve arreglando mi maleta y colocando cosas de último momento porque también recordé que no regresaría para las fiestas y que necesitaba ropa abrigada.

Uli me entregó una copia de la lista escolar para mantenerme ocupada y noté que pedían un traje elegante para eventos especiales y me saqué de onda hasta que lo recordé. Entonces ya me ven entrando a mi intento de guardarropas de Barbie buscando algo que me guste para empacar.

Maldición Rowle (Shifting)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora