Cuando mi madre me presentó a los dos hermanos me quedé congelada, pues no sabía cómo reaccionar exactamente. De pronto sentí cómo se erizaba mi piel y tenía mareos leves que me daban la impresión de que me desmayaría en cualquier momento.
Antes de ir a la realidad de Marvel recuerdo haber estado obsesionada con los Riddle, primero fue con Tom, pues había visto miles de veces "La cámara secreta" que me sabía los diálogos de él.
Por otro lado... conocí a Mattheo por Deadly Class a finales de 2019 y generé un crush instantáneo; luego me enteré de que él era partícipe del fanfic "Possessive" y me obsesioné aún más aunque habían muchas partes en el libro que me causaban gracia como lo de los tamaños KLSKSKJSJK.
Fue así que no podía terminar de creer el hecho de que los tenía a ambos frente a mi y que ellos me miraban fijamente algo extrañados por mi comportamiento de fangirl.
Respecto a su familia, puse en el guión que ambos provenían de una familia aparte, que no eran hijos de Voldemort, entonces no tenía idea de quiénes eran sus padres. Esto lo hice gracias a mi paranoia, ya que pensaba que con todas las alucinadas que se me ocurrió poner en mi guión, ambos terminarían traicionándome por influencia de su padre y leí demasiadas experiencias donde eso salía muy mal y sinceramente no me apetecía ese desarrollo de personaje innecesario.
No sabía qué consecuencias podría traerme el no haber especificado nada en el guión respecto a ellos, pero supongo que será un problema para la Gabrielle del futuro. Mientras tanto, restémosle importancia para tener desarrollos de personaje mínimos.😍
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Estaba tan sumida en mis pensamientos que ni siquiera noté cuando los padres de los hermanos me extendieron una mano al mismo tiempo y tuve que tomarlas de inmediato.
— Hemos oído mucho de ti. — Comentó la señora Riddle en cuando tomé su mano.
— Es agradable conocerte por fin. Tus padres no exageraban en cuanto a ti.
Sonreí tímida pero no duró mucho, pues un comentario hizo que me ruborizara.
— ¿Respecto a que era extremadamente rara? Tienes razón padre, no exageraban.
Cuando volteé a verlo, Mattheo me miraba sonriente a la par que me guiñaba un ojo.
Te la dejo pasar esta vez nomás porque tienes pestañas bonitas malparido.
En ese momento ambos padres se molestaron y miraron a su hijo con la mirada que hacía mi mamá cuando de chiquita decía "Viva el diablo" antes de ingresar la iglesia.
— ¡Por Merlín Mattheo!
— Discúlpate. — Ordenó el padre con una seriedad que... no quiero mentir, me gustó JAKDJSJSJ.
Pero se supone que soy menor de edad, entonces toca aguantarme.
Mattheo estaba a punto de abrir la boca hasta que mi abuela Venelia dio un paso al frente para inspeccionar despectivamente a la familia. — Una disculpa no bastará para mi querida Gabrielle, viniendo de un mocoso con una educación tan corriente ni siquiera ha de saber cómo hablar correctamente.
