Cedric

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— ¿Quieres fumar hierba después de clases? — Preguntó Mattheo mientras salíamos de la clase de Aritmancia irritados porque Hermione también cursaba esa materia y todo el tiempo participaba dejando al resto atrás y hablándome mal cada que yo levantaba la mano haciéndome quedar como tonta frente a todos.

En cuanto hizo la pregunta me negué. — No soy del tipo que fuma hierba todo el tiempo, ¿sabes?

— ¿Por qué no? No es como si tuvieras algo importante que hacer en tu vida.

— Ya, pero no me agrada la idea de oler a mierda todo el tiempo.

Inmediatamente él se olió el uniforme y yo me reí. — Oh, si cierto, que a ti te gusta apestar a sandía y fresas. — Hizo una pausa dudoso. — Y yo no huelo a hierba porque me puse perfume...

— El perfume sólo intensifica el olor. Lo mismo ocurre después de hacer ejercicio, por eso los hombres siguen oliendo a culo después de sus entrenamientos.

Mattheo volteó los ojos mientras se sentaba en una de las bancas del castillo invitándome a hacer lo mismo. — ¿Entonces vamos a fumar o no?

Comencé a reír. — No, Mattheo.

Tomé esa materia porque me parecía una excelente forma de tener nota regalada y Mattheo y yo éramos los únicos de Slytherin de cuarto grado en esa materia. Me gustaban los números y no me parecía una materia difícil de llevar. Al parecer Mattheo también escogió la materia para facilitarse la vida, pues era muy bueno con la numerología. En cuanto mi familia se enteró de mis horarios Venelia me envió un vociferador que al igual que Ron lo recibí en el gran comedor y recibí la putiza de mi vida delante de todos por tomar una materia como esa pudiendo elegir adivinación y predecir la muerte de los sangre sucias. Fue un poco humillante porque todos los Slytherin se reían de mí y el resto de las casas me miraba muy mal gracias a la doña.

Demás está decir que a Reggie lo le dijo nada porque tenía el mismo horario que Harry y Ron el cual sí incluía adivinación.

Afortunadamente, para compensar su humillación hacia mi, me llegó un gran paquete minutos después donde habían un montón de dulces de todo tipo junto con otro vociferador el cual le dio mucha más risa a toda la escuela porque la voz que antes estaba furiosa y daba mucho miedo, de pronto era dulce, como si le hablara a una niña pequeña o como yo cuando le hablo a mis gatos.

"Lamento mucho gritarte así mi niña linda, disfruta de tus dulces, puse tus favoritos también." 

ofendida, pero acepté su regalo

Ya había pasado un mes desde que llegué a la escuela

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Ya había pasado un mes desde que llegué a la escuela. Las clases con "ojo loco Moody" eran intensas, pero muy interesantes y cada que explicaba algo sólo podía pensar en un wey joven que daba clases. 

Por extraño que parezca, ojo loco era amable, era raro, sí, pero caía bien. Nos regalaba bastantes puntos por participación todo el tiempo pero a veces también salíamos traumados con los hechizos que usaba; como los maleficios imperdonables. Resulta que hizo una demostración con cada clase que tenía.

Maldición Rowle (Shifting)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora