"La Búsqueda de Acco" - Parte 2 - PROFANUM (Fragmentos)

La Búsqueda de Acco - Parte 2 - PROFANUM (Fragmentos) ‐ "Divinorum"

(Una de las experiencias más trascendentes que marcaron a Acco en uno de sus tantos rituales)

-Acco: "Sentado y sereno, posición flor de loto, ignición, salvia divinorum, plántame con armonía, no me arranques abruptamente; me desprendo, me estiro, me fragmento, me voy, es imposible quedarse, me sujeto fuertemente; sin embargo su fuerza es incomparable, entonces cedo, me suelto, me lleva girando a una velocidad insólita, fuerza centrífuga, allá voy. Fugaz. Desaparezco."

-Acco: "En esa negritud, densa obscuridad, no puedo verme las manos, no tengo cuerpo. No sé donde estoy, atolondrado, confundido en un lugar confuso. No estoy solo ¿Quién eres? Sé que estás presente pero no puedo verte; ella está aquí, es una esencia femenina, un espíritu viejo, muy muy viejo, me acompaña, me muestra, me señala, revela los secretos, los revela ante mi, un millón de imágenes, todo pasa muy rápido, me susurra, me brinda lo oculto y me pide guardarlo donde no pueda ser encontrado. Anda y ve, me advierte y me bendice, me habla en silencio, lo dice todo con poco. Dejo de sentir su presencia. Ha desaparecido. Se ha ido."

-Acco: "Entonces noto que estoy arriba, muy lejos, muy alto, flotando entre la nada y el todo, vislumbro abajo una espiral de luz, la veo girar, muy lentamente, danza cósmica, camino de leche, lo comprendo todo, eres un portal; entonces me atrapas, comienzo a descender, me absorbes, me succionas. Comienza mi caída, pierdo el control otra vez. Es un descenso veloz, cruzo el sendero sideral, adentrándome al vecindario que conozco, mi Sol, aprecio los planetas, los reconozco, puedo ver el mío, voy directo a él, me atrepara devorarme, mi luz se desprende, me quema, arde; tengo miedo, atravieso esa atmósfera de nubes me materializo, sé que mi caída es inevitable, no tengo el control, entonces puedo ver el fondo, puedo ver la superficie, y caigo, puedo verlo todo. Me estrello en un muro, puedo sentirlo todo, sin embargo no hay dolor, sensación anestesiada, mi rostro impacta primero, puedo sentir como se desprende mi piel, mis labios, mis dientes, mi mandíbula, puedo sentir cómo mi vida se embarra en un instante..."

-Acco: "...no. Así no, no ahora, no de ésta manera, me niego a ello. Soy consciente de ello, estoy muriendo, puedo sentir la desencarnación literalmente, me resisto, parece imposible detener ese fatal destino, de frenarlo; intento retroceder, el tiempo no cede. La escena regresa muy lentamente, como un rebobinado, unos instantes, hasta antes de estrellarme, como un bucle, y vuelve a suceder de nuevo, ocurre esto un par de veces más. Es inevitable, no hay marcha atrás, se acabó, esa es la lección, puedo oír unos llantos y una melodía infantil."

-Acco: "El viaje aquí ha terminado. Todo es negro otra vez. Entonces, despierto, abrumado, no sé que ha pasado pero sigo aquí, puedo ver mis manos, puedo ver la luz ¡Un espejo! ¡Préstame un espejo! Gritaba. Lo tomé, me miré, sí, podía verme, estaba ahí, toqué mi rostro, notaba asustado, sorprendido, traumatizado; a través de mis ojos ocurrió todo en un instante de nuevo. Esa voz guía me recordaba: 'Compártelo todo con todos pero no le digas a nadie ese profundo secreto'. Guardé silencio. Desde aquél día comenzaba un duelo, había muerto por segunda vez."