02. New High School.

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— ¡OLIVIA!

Sentí una almohada caer con fuerza encima de mi cabeza, me quejé mientras me quitaba las cobijas de mi cara.

— ¿Que pasa? — dije con los ojos entrecerrados mientras los frotaba con mis manos.

— ¡Ya es tarde! — al escuchar la palabra «tarde» abrí los ojos de par en par y me levante de un brinco. — Pensé que ibas a cumplir tu propósito... — murmuró mientras salía de la habitación.

Uno de mis propósitos al llegar aquí a Colorado era levantarme más temprano para la escuela, y creo que empezamos mal...

Salí de la habitación con prisa directo al baño, cuando estaba apunto de tocar la manija de la puerta, se abrió de repente haciendo que me detuviera.

Isaac apareció con el cabello goteando, y gracias a Dios, ya vestido.

Isaac frunció el ceño. — Se toca la puerta antes de intentar abrirla.

— Si, ya se. — respondí impaciente.

— ¿Te imaginas que la hubieras abierto y me hubieras encontrado en...?

Abrí los ojos de par en par. — Oh, ni siquiera quisiera imaginármelo, gracias.

Al ver que no se movía, alce las cejas esperando a que se quitara.

El tiempo, Olivia. El tiempo.

¡Si, el tiempo!

— ¿No piensas quitarte? — le pregunté mirándolo impaciente.

Se encogió de hombros. — Tal vez aún no.

Rodee los ojos. — Se me está haciendo tarde, Isaac. Me harías un gran favor si te quitaras.

— Pero no quiero hacerlo. — respondió frunciendo el ceño, recargándose en el marco de la puerta.

— ¡Isaac, creo que una de las porristas
te escribió!

Ambos volteamos hacia atrás, donde Lee estaba con el móvil que suponía que era de Isaac, ya que estaba en un chat. Voltee de nuevo con Isaac el cual rodeó los ojos.

— Da igual, Lee. — dijo casi en un murmuró.

Lee frunció muchísimo el ceño como si no creyera que su hermano le haya dicho eso.

— ¿Te da igu...?

— Perfecto. — lo interrumpió mientras se quitaba de la puerta y caminaba hacia él arrebatándole el móvil pasando por su lado. — No seas metiche. — le murmuró mientras entraba a la habitación.

Sonreí al ver que ya me podía duchar.

...

Me mire por última vez en el espejo. Al final me decidí por un suéter tejido marrón, unos pantalones de mezclilla y mis típicos vans. Jackie no me dio mucho tiempo de escoger mi gran outfit.

Baje las escaleras con ayuda de mi prima y nos encontramos con Katherine que al vernos se detuvo rápidamente, supongo que llevaba prisa.

— ¡Oh! Buenos días, lindas. ¿Como amanecieron?

Asentí con una leve sonrisa. — Bien.

— Oh, si... yo también. — me señaló Jackie dando referencia a que amaneció igual que yo.

Kath sonrió. — Que bueno. Les deje el desayuno en la mesa, los chicos las llevarán y... nos vemos más tarde, ya quiero que me cuenten como les fue. Suerte, chicas.

— Gracias. — dijo la pelinegra de mi lado con una leve sonrisa.

La pelirroja sin más, salió de la puerta a toda prisa mientras se despedía de todos. Jackie me guió hasta la cocina que estaba cerca de las escaleras y al llegar la miré de reojo al ver que no pensaba en tomar él desayuno.

𝐈𝐍𝐄𝐅𝐀𝐁𝐋𝐄 | 𝖨𝗌𝖺𝖺𝖼 𝖦𝖺𝗋𝖼𝗂𝖺. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora