4.5

4 1 2
                                    


Ash
-Probabilidades-

Me pongo mi traje y me veo en el espejo una vez más. Alcanzo a oler mi perfume que me he rociado.

-Ya van seis veces que te ves en el espejo. ¿Tan bien quieres lucir para Dal?—Noah se burla.

-Cállate. Mi cabello no se peina bien.

-¿En serio? ¿Tu cabello?

-Debo irme, se me hace tarde.

-Pero su comida es hasta en una hora, vas a llegar demasiado temprano.

-Quiero llegar antes para hablar con el encargado.

-¿Okey?

-¡Sal de mi cuarto, o al menos baja tus pies de mi cama!—señalo—tengo cosas que hacer.

-Ay, ya, pues—mueve sus pies—es solo que verte así es un entretenimiento puro.

-¿Soy tu marioneta? ¿Tu televisora?

-Es divertido ver todo lo que hacer por Dal y luego niegas que te encanta y te fascina.

-No me gusta, es una compañera de trabajo, una socia, una empleada de Aepex.

-Eso decías en la primaria. ¡Es mi compañera! ¡Que ni mi gisti!

-Vuelvo en unas horas—cierro la puerta bruscamente y me voy.

Al llegar y hablar con el encargado me siento a esperar en silencio. Miro su asiento vacío y espero por una media hora, hasta que suena mi teléfono.

-¿Hola?

-¡Lee! Perdón, no voy a poder llegar a la cena de hoy. Ha surgido un imprevisto y no creo alcanzar a ir, lo siento. ¿Podemos moverla para mañana?

-Sí, claro.

-Gracias. No había llegado ya al lugar, ¿verdad?

-No, no, apenas iba a ir en camino—miento—pero suerte que has cancelado... ocupo ir a Synthify. Nos vemos mañana entonces.

-Hasta entonces—suspiro al ver la silla vacía otra vez.

***

Al terminar la junta salgo y estoy caminando al elevador pero escucho que alguien llama a Park y volteo. Oh, no. Otra vez ese chico...

-¡Dal!

-Hola, Derek. ¿Cómo estás?

-Feliz cumpleaños—le da un ramo de flores.

Espera, ¿por qué le da flores? ¿Acaso se le está declarando? Me quedo con los brazos cruzados analizando la situación.

-Derek... no tenías por qué—mira con una gran sonrisa el ramo—son muy bonitas.

-No todos los días se cumplen treinta.

-Ni lo menciones por favor, no quiero saber ya cuántos años tengo—se ríe.

Llamo a Liam y le pido que vaya a comprar un collar bonito para dama, que me de la descripción y lo deje en el restaurante para regalárselo a Park.

-Sí, por favor... Adiós.

Al terminar me doy cuenta de que ella se encuentra enfrente mío, por lo que ruego que no haya escuchado nada de la llamada.

***

Comemos un rato más hasta que ambos quedamos completamente llenos. Pago la cuenta y salimos a la banqueta frente al negocio.

-Gracias por toda la comida y este hermoso regalo. Es demasiado.

-Me alegra que te guste.

-Debo irme, se me hace un poco tarde.

-¿A dónde vas? Te puedo llevar—me ofrezco.

-No, está bien. He dejado mi carro frente a Aepex y ocupo ir a casa rápido porque tengo una reunión con unos amigos por la noche.

-Entiendo.

-Ah... ¿gustas... venir? Noah también puede venir, solo seríamos una amiga, el chico que saludaste el otro día y yo.

-Hablaré con Noah... te aviso en un rato.

-Mhm, si pueden les mando la ubicación.

-De acuerdo.

Empiezo a manejar rumbo a mi casa y le marco a Noah. En cuánto contesta lo pongo en el altavoz del móvil y doy una curva con el volante.

-Noah—cito su nombre.

-¿Cómo te fue en tu cita, romeo?

-Alístate. Voy para la casa y voy a pasar por ti.

-¿Qué?

-Solo hazlo.

-¿A dónde demonios me quieres llevar?

-Park nos ha invitado a ambos a su cumpleaños, así que llego en una hora.

-Uy, uy, uy. Hasta te ves emocionado de que tu futura novia nos haya invitado.

-Noah, no estoy para juegos.

-Oye, espera... no puedo ir.

-¿Cómo que no puedes ir?

-No estoy en casa, volví al trabajo. Tengo una junta con el equipo de recursos humanos en media hora. No puedo ir.

-¿Qué? Iré yo entonces.

-No te escuchas muy molesto. ¿Quieres pasar tiempo a solas con tu bebé...?

-Eres muy maduro, ¿verdad?

-Solo me gusta irritarte.

-Pues a mí me gustaría darte un golpe en la cara.

-No dejes los vidrios abajo hoy, ¿eh? Hay probabilidades de lluvia.

-No me digas que hacer. ¿Hay un paraguas en la cajuela?

-Sí. Teníamos dos hasta que Liam tomó uno.

-Con uno basta... nos vemos.

-¡Suerte con tu no....!

Presiono el botón rojo antes de que pudiera terminar la oración y sigo manejando.

Notas CruzadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora