3.5

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Ash
-¿Celos?

Observo el menú y escucho una risa peculiar. Volteo a mi derecha para ver a Park sentada mientras se encuentra riendo.

Miro su sonrisa y estoy a punto de sonreír también hasta que veo con quién está sentada.

-¿Qué hace con ese tipo otra vez?—susurro.

-¿Qué pasa?—Noah me mira.

-Nada...

-Espera, ¿es Dal? Vaya, que gran coincidencia. ¿Deberíamos saludarla? No lo creo. Seguro está en una cita con el chico. Es la segunda vez que los vemos comer juntos en menos de una semana.

-¿Están listos para pedir?—dice mi madre.

-Yo voy a querer un filete mignon con trufas y reducción de vino tinto—dice Noah.

-¿Y tú, Ashton?

No escucho la pregunta por estar concentrado en la mesa de Park. Me doy cuenta de que lleva el abrigo que le he dado hace un par de horas.

-¿Ashton? ¡Ashton!

¿Le habrá gustado el abrigo o solo lo está utilizando por compromiso? Bueno, en su defensa ella no ha de saber que estoy aquí, así que creo que le ha gustado.

Siento un golpe fuerte en mi pierna y miro a mi hermano enojado.

-¡Auch! ¿Pero qué...?

-¿Qué vas a ordenar, Asthon?

-Am...—miro el menú y pido lo primero que veo—Ravioli de trufa negra con crema de parmesano y champiñones silvestres.

¿Debería ir a saludarla? ¿Por qué se encuentra otra vez con ese chico? Me había dicho que no es una cita pero los noto bastante felices uno con el otro.

Al darme cuenta de mis movimientos me levanto de la silla y Noah me mira con un signo de interrogación en el rostro.

-¿Qué haces?—susurra.

-Si me disculpan, ocupo ir al baño—veo a los invitados y salgo rumbo a la mesa de Park.

-Hola... Park—saludo y me aclaro la garganta.

-Hola... señor Lee.

-Te ha quedado bien el abrigo, me alegro.

-Sí... es genial. Gracias. Llegó en el momento más oportuno.

-No hay de qué. Oh—volteo con el chico—mucho gusto, soy compañero de proyecto con Park. Me llamo Ashton Lee, CEO, director general de Synthify.

-Creo conocerte un poco—responde forzando una sonrisa.

-No sabía que iba a venir usted a comer a este lugar. Espero no interrumpir nada—dice Park.

-Este es un lugar favorito de mi hermano, así que nos ha traído aquí. Por cierto, no es necesario que me hable de usted, al final y todo ya nos habíamos conocido antes. Y... tampoco es necesario que uses "señor" tenemos la misma edad.

-Perdón... ¿Lee?

-No te preocupes. Bueno, voy a regresar a mi mesa. Provecho, que disfruten su comida. Nos vemos mañana por la tarde, Park.

-Sí, hasta mañana.

Voy al baño y me hecho un poco de agua en la cara. ¿Soy un idiota? Debí hablar de menos. No sé qué demonios me ocurre hoy. Al llegar a mi lugar y sentarme, Noah se acerca a mi oído.

-¿Estás celoso?—susurra.

-¿De qué carajos hablas?—susurro igualmente.

-Te he visto ir con Park y hablar con ella frente al chico. ¿Qué intentabas hacer?

-Solo quería saludar—alzo los hombros.

-Ashton. Ni siquiera a nuestra abuela saludabas. Ni siquiera saludaste a los invitados con los que estás almorzando el día de hoy. Si vas a mentir al menos di algo convincente.

-Cállate. Solo quiero dar una buena impresión... para la empresa.

-Mhm. A mí se me hace que estás celoso. Te escuchas y te ves y actúas cómo alguien celoso.

-La comida está lista—llegan los meseros.

-Oh, ¿ya viste? La comida está lista. Come tu plato y cierra la boca, ¿quieres?—le doy una palmada en la espalda.

Mientras como de mi plato me doy cuenta de que Park paga la cena. ¿Acaso ese hombre va a dejar que ella pague todo? ¿No tiene modales? ¿Cómo se atreve? Yo jamás dejaría que paguen la cena por mí en una cita, eso es falta de ética. ¿Comer todo lo que quieras y dejarle la multa a la otra persona? Eso es aprovecharse de alguien, aprovecharse de su amabilidad.

Park y el chico ese se van del restaurante y al dejar de verla volteo con mi hermano que tiene su labio mordiendo y levantando una ceja.

-Cá. Lla. Te—susurro.

-Yo no estoy diciendo nada.

-Tu rostro dice todo y más.

-¿O acaso es lo que quieres escuchar?

-Te odio.

-Yo te amo más, mi amor.

Rodeo los ojos al escucharlo y le pego por debajo de la mesa.

Notas CruzadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora