Notas Cruzadas

8

Dal
-Nunca te mentiría, Park-

-¿Quién te hizo llorar?

-¿Cómo?—pregunto nerviosa.

-¿Quién te hizo llorar?—repite—puedo ver por tus ojos que has llorado por algún motivo. Presto mucha atención a detalles que la mayoría ignora.

-Nada pasó—susurro—es... alergia—miento.

-¿Park? Puedes contarme. Créeme que lo último que quisiera es que salieras lastimada. Me... duele verte de esa forma.

Lee se encuentra en mi oficina, estamos sentados frente a frente. Le acabo de entregar un reporte, sin embargo ha comenzado un cuestionario del que no creo poder salir.

-No quiero hablar de ello.

-¿Segura?

-Mhm. No ha pasado nada.

-Bueno, pero sabes que puedes decirme si hay algo mal.

-Hay que integrar estos modelos en el sistema de control del vehículo—cambio de tema.

-Lo revisaré con Noah.

-¿Y cómo va...? Ya sabes, la demanda—susurro.

-El próximo Martes darán el juicio. Quisiera decir que todo está saliendo bien, pero en realidad es más de lo que pensábamos. Una fuente anónima comenzó a entrevistar a ex trabajadores para hacer la demanda a la empresa por trato injusto en el trabajo y hostigamiento.

-¿Y pasó todo eso?—pregunto sorprendida.

-Antes de que mi hermano y yo nos encargáramos de la empresa mi madre dirigía todo y... sí, vaya. Es un problema ahora que se había resuelto.

-Ouh.

-Tendremos que mover el viaje a Estados Unidos indefinidamente.

-¿Y si llegan a un trato económico?

-Eso estamos viendo como opción, pero... no tengo idea cómo surgió todo esto, son empleados retirados desde hace años y hasta ahora más de seis personas vienen a declarar lo mismo el mismo día. ¿No te parece raro?

-Es... demasiada casualidad, diría yo.

-Da igual, tengo que seguir viendo eso y...

-Hola, Dal—llega Derek interrumpiendo a Lee.

-Hola—susurro.

-Solo quería pedirte perdón por lo de ayer y yo... lamento haberte dicho esas cosas.

-No importa—sigo hablando con voz baja, sin verlo a la cara.

-Mil disculpas, Dal. Estaba tomando de más anoche y... todo se salió de control, no era mi intención.

-Dejemos así las cosas.

-Vamos, Dal. Somos amigos ¿no? Por favor perdóname. Al menos voltea a verme y habla en voz alta.

-¿Puedes salir? No... estoy ocupada ahora mismo.

-Por favor. Quiero que estemos bien y que lo de anoche haya quedado en el pasado por completo.

-Derek... por favor... no quiero hablar contigo ahora.

-¿En serio me vas a ignorar? Vamos, Dal. Tú no eres así, yo solamente quiero...

-Creo que quedó bastante en claro que Dal no quiere hablar contigo en este momento—dice Lee.

-¿Y tú por qué te metes en lo que no te incumbe?

-Porque puedo ver con mis propios ojos cómo estás lastimándola y no pienso quedarme callado sin hacer nada.

-Hablamos luego—me dice y se va.