Capítulo 21

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El joven omega observaba al alfa vestirse con paciencia delante del gran espejo que yacía justo al frente de la cama. A pesar de lo extraño que era la situación por la que atravesaba en ese justo momento, nada iba a ser nunca suficiente para que dejase de admitir que su alfa, era un alfa bastante apuesto y guapo. El negro de la chaqueta de cuero siempre le iba muy bien combinando con lo oscuro de su cabello y la seriedad en sus ojos.

El joven también podía verse en el reflejo del espejo desde el lugar donde se encontraba, con los cabellos despeinados, el pijama desordenado y todavía muy tibio y cómodo debajo de las sábanas de la enorme cama.

Acababa de despertar y se confundió por completo al ver a su alfa despierto y arreglándose cuando apenas eran las cinco de la mañana. No hubo caricias en su cabello y tampoco un suave beso en su frente para despertarle, agregando que nunca dejaba la habitación tan temprano.

Liam tuvo que despertar por sí solo y eso debido a que el alfa había sido descuidado tratando de ponerse un reloj brillante que terminó por resbalar de sus manos ocasionando un notable estruendo en el suelo cuando cayó.

El ceño fruncido de Liam se debía a que Zayn pretendió no haberle visto despierto a través del espejo. El alfa seguía relajado y tranquilo peinando su cabello y perfilando su barba. Destacando también la maleta lista que esperaba al pie de la puerta.

Fue cuando el pelinegro pareció terminar y echarse un último vistazo que Liam se removió y salió del lío de sábanas en el que estaba envuelto. Sus pies tocaron el suelo frío y sus brazos se cruzaron en su pecho. Entonces Zayn volteó a verle.

Sus ojos oscuros de pestañas largas a los que Liam estaba tan rendido. El omega tragó suavemente saliva—. ¿Te vas, alfa? —cuestionó por lo bajo.

Zayn ni siquiera hizo alguna mueca, no mencionó alguna palabra. Solo asintió. Eso hizo un pequeño hueco en el estómago del omega, quien contrajo suavemente sus facciones y miró de nuevo la maleta en la puerta. Comenzaba a ponerse nervioso, porque sabía que desde hacía un tiempo las cosas estaban algo extrañas entre ellos.

No se sentía como debía sentirse. Y Liam no entendía por qué, si él se estaba portando como se suponía debía hacerlo.

Volvió a ver al mayor a los ojos y su voz se escuchó temblorosa—. ¿Y no ibas a despertarme? ¿A decírmelo?

Zayn siguió viéndolo en silencio, por lo que Liam se acercó más con dos pasos muy pequeños.

—¿Por qué una maleta? ¿A dónde vas?

Finalmente Zayn suspiró—. Liam. Ya te lo había dicho, tengo que ir a Irlanda. Son negocios.

Entonces los labios del menor se separaron suavemente y algo volvió a removerse en su interior. Por alguna razón sus labios quisieron temblar y casi sintió sus ojos humedecerse.

—¿A ese viaje donde irá Harry también? —murmuró dudoso.

—Sí.

El menor tragó saliva y bajó la mirada. No entendía nada. No sabía qué iba mal, qué hacer para arreglar aquello. Su fragancia emanó y fue inevitable no sentir lo triste que se encontró de un momento a otro.

—Pero Harry llevará a Louis. —soltó muy bajo—. ¿Por qué tú no me llevas a mí? Soy tu omega, se supone que-

Entonces Zayn le tomó suavemente por los hombros y lo guió hasta sentarle de nuevo al borde de la cama. Se quedó de pie al frente suyo y le miró desde arriba.

—Porque no quiero que vengas, Liam. —dijo por lo claro—. Son negocios, estás seguro aquí en casa. Se quedarán Aeve y Luke. Estarás bien, sólo serán un par de días.

Luna de Sangre | Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora