Capítulo 2

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Cuando Louis cerró la puerta de su hogar a sus espaldas y dio algunos pasos para comenzar su camino al instituto, todavía podía escuchar algunos gritos que venían del interior.

Su madre y su padre habían dejado de ser un matrimonio feliz hacía algunos años atrás... Y era demasiado triste, que no podían dejarse pero tampoco soportaban estar demasiado tiempo juntos. Sin darle demasiada importancia a la situación en la que estaba la familia en esos momentos, el omega siguió dando pasos hasta andar finalmente por la acera, tomó sus auriculares y los colocó uno en cada oído para comenzar a escuchar música.

Era lunes, de nuevo. Y para su buena suerte tenía que ir al instituto, el lugar que le liberaba de los gritos en casa por algunas horas y le aseguraba un "buen" futuro. La música logró relajarlo, el fin de semana había sido bastante difícil y en esos momentos Louis estaba contento de al fin poder respirar aire con tranquilidad. Había pasado por demasiado estrés esos dos días, así como los anteriores y como hacía años ya, hubo gritos aquí, gritos allá. Sólo el destino sabía porqué había decidido convertir a sus padres en las personas que eran. No juzgaba al destino, pero sin duda le preocupaba la integridad suya y de sus pequeños hermanos menores, aunque debía decir que era feliz por Charlotte, ella había podido irse, pero él y sus pequeños hermanos aún no.

Tarareó la canción que estaba escuchando, suspiró alejando aquellos malos recuerdos y solo se concentró en seguir hacia el instituto.

[...]

El aire frío sacudía los cabellos encima de su frente, para ser un lunes, las calles parecían muy solitarias. Bajó el escalón de la acera dando algunos pasos para cruzar una calle y cuando giró su cabeza para mirar si los autos venían se detuvo en seco, con su corazón latiendo con fuerza por la impresión.

Iba ya en medio de la calle y las llantas frenando provocaron un chillido que le tensó el cuerpo por completo, ni siquiera permitiéndole cerrar los ojos para no ver lo más feo, joder no era la primera vez que casi le aplastaba un auto por ir distraído en cualquier cosa.

Para su buena suerte el auto se había detenido antes de hacerle algún mal.
Era una camioneta cerrada de cuatro puertas, grande y de color negro. De no haber frenado, sin duda alguna le hubiese arrollado sin problema.

El auto no siguió adelante ni un centímetro más, seguramente estaba dejándole pasar. Qué más podía hacer si casi le arrollaba. Louis le miró dudando unos segundos mientras entrecerraba los ojos para ver si de verdad le estaba dejando pasar y cuando comprobó que era así, rápidamente comenzó a caminar.

Llegó al otro extremo de la calle sano y salvo, con todas sus extremidades completas. No era la primera vez que le ocurría, cuando su madre le prestaba atención en los años pasados y se preocupaba lo suficiente por él, lo había regañado mucho al respecto.

Recordaba que un día le había dicho que terminaría como una calcomanía en el suelo si seguía siendo tan despistado.

Quiso evadir la sonrisa que se formó en sus labios pero fracasó, pues recordar el amor que su madre le había entregado cuando pudo siempre le ponía de buen humor. Todo lo bueno siempre termina por acabar y él entendía que su familia ya no era como antes y quizás jamás volvería a serlo.

Se puso el gorro de la sudadera que usaba cuando los cabellos que se movían por el aire encima de sus ojos le fastidiaron demasiado y también metió sus manos en los bolsillos de ésta para mantenerlas tibias.

Sonrió suvemente, agachando su cabeza porque le avergonzaba que alguien le mirase sonriendo como tonto sin ninguna razón. Pero sí que tenía una razón, una muy grande. Era invierno, el frío calaba hasta los huesos y esa misma mañana cuando estaba tomando su mochila de aquel viejo sillón que adornaba escuetamente la sala de su hogar, su madre, mientras maldecía y gritaba, con sus cabellos desordenados y un cigarrillo en la mano, le entregó la sudadera, parando un momento sus gritos para decirle que la usara, que no quería que enfermase.

Luna de Sangre | Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora