Cuando tomaron la decisión de ser padres, ya sabían que iba a ser un proceso difícil, sin embargo, no creyeron que tanto. Llevaban cerca de dos años intentando, hablando, pasando papeles, cartas, y haciendo un montón de entrevistas para ser aceptado...
Hoseok, a diferencia de su hermano Yoongi, no estaba nervioso aquel primer día, estaba lleno de energía y emoción. Después de dejar a Yoongi era el momento de que él y Jimin entraran a su clase de iniciación a la danza, pero a pesar de que serían en un mismo lugar, por la edad de ambos, les toca en salones diferentes, a Jimin con los niños de 3 a 5 años y a Hoseok con los de 6 a 8.
Hoseok no se toma mucho tiempo en despedirse, les deja besitos en las mejillas de todos y grita un adiós antes de correr a la filita donde están los niños de su edad listos para entrar al salón haciendo reír a todos. Lleva colgada su maleta naranja de zorrito, donde Jin metió una muda de ropa, una toallita para el sudor, un botilito también de zorro con agua y una loncherita con onces para la salida.
En la fila hay tanto niñas como niños, les piden que tomen de los hombros a la persona en frente suyo y todos entran a un salón de pisos de madera clara y espejos gigantes en dos de las paredes.
Es ENORME.
-Buenos días niños, mi nombre es Chaeryeong, y los voy a acompañar por las semanas que dura la iniciación. ¿Saben lo qué significa una iniciación?
Algunos niños gritan que sí, otros, como Hoseok, dicen que no.
-Pues aquí vamos a aprender a bailar muchos tipos distintos de danzas, tanto solitos como en parejas o grupos, y luego ustedes podrá escoger la que más les guste para seguir practicando - les explica - vamos a ir con bailes que son rápidos, otros que son lentos, y muchos muchos tipos. ¿Quién quiere iniciar a bailar?
Todos levantan la mano y gritan, la mujer les pide que se organicen en filas y los acomoda por el espacio, y juntos hacen un par de ejercicios con música variada para "calentar". Luego de eso, Chae coloca una canción rara y movida antes de tomar la palabra.
-Hoy vamos a aprender un poquito sobre los bailes latinos, la salsa, el merengue, el tango, la bachata, y más - les indica.
La primera es una salsa, la Topa Tolondra, y mientras la profe los coloca a hacer pasos de salsa y les muestra como se hacen bien, Hoseok pone todo de su parte para seguirle el ritmo. Está en la fila del frente, y la profe, que lo ve seguido, le felicita por su buen desempeño, haciendo que sonría y se esfuerce en cada baile un poco más. Cada cierto tiempo, la profe les decía de detenerse a tomar un poco de agua para luego continuar.
En verdad se divirtió muchísimo, salió sudando mucho, con la respiración agitada de tanto movimiento, pero con una hermosa sonrisa de corazón adornando su rostro. Namjoon lo esperaba afuera en compañía de Yoongi, Jimin aún no salía del salón de al lado.
-¿Qué tal tu clase, Hobi? Veo que alguien tuvo mucho movimiento - sonríe Namjoon, acercándose bien para ayudarlo a secarse el sudor con la toalla que le empacaron.
-¡Ha sido genial! Aprendimos sobre danzas latinas, y son MUY movidas, y bailamos mucho, y la profe me dijo que lo hacía muy bien muy bien - relató hacia el mayor, Yoongi permaneció a un lado comiendo su sándwich.
-Eso es increíble ardillita - le felicitó Namjoon haciendo reír al menor contento, esa era la primera vez que le decía aquel apodo.
Minnie venía saliendo de su respectivo salón en ese momento, con un pequeño pucherito e igual de sudado que su otro hermano. Namjoon decidió llevarlos a los dos a los cambiadores para que pudieran usar la ropa que les trajeron y así no andar sudados por todo lado.
Para Hoseok, fue la mejor primera clase del mundo.
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El jueves no tenía que ir a danza, sino a un taller de manualidades, y al igual que el primer día, es el segundo en ser dejado en su lugar.
Si tiene que ser honesto, no le ilusiona tanto esto como si le ilusionaba el taller de baile, pero igual está muy contento de poder hacerlo. En su mochila trae una gran cartuchera con tijeras para niños, pegamento, pinceles, lápices, marcadores y más. Junto a eso, un cuaderno grande. El resto de materiales les dijeron que se los daban en cada clase.
Hoseok es un tanto afanado e impulsivo, no da tiempo a despedidas y tal y como la última vez, con un par de besitos corre al salón donde le indican. Tiene un montón de estantes, paredes coloridas, y los asientos vienen con una gran mesa con espacio para todo lo que podrían necesitar en un taller de manualidades, y también les hacen colocarse un delantal en todas las clases para evitar mancharse de cualquier cosa.
Son cinco niños en el salón, y cada quien en su mesa tiene un par de hojas de papel grueso. Tres mujeres están a cargo del taller, pero la verdad es que Hoseok se ha perdido y no recuerda los nombres de ninguna, aún así, trata de prestar toda la atención en su explicación de lo que van a hacer esa clase: Un rompecabezas.
Deben dibujar y colorear primero la figura del rompecabezas, Hoseok elige dibujar un león con ayuda de una de las mujeres. Después, les ayudan a marcar una especie de "plantilla" y les piden que tomen sus tijeras y les enseñan a usarlas con cuidado y a seguir el patrón para que el rompecabezas salga bien. Al principio, una de las chicas le guía las manos para que pueda cortar el papel grueso, cuando avanza mejor, la chica lo deja seguir por su cuenta hasta terminarlo.
Las mujeres les dan un marco en cartón que ellas tenían listo, y entre los niños se rotaron los rompecabezas para armar los de los demás, Hoseok arma el de una mariposa que hizo la niña de su derecha. Antes de salir, las chicas les ayudan a todos a lavar sus manos y rostros (si es que los mancharon), les quitan los delantales, y les entregan sus respectivos rompecabezas para que los lleven a casa.
Y así como el primer día, sale con una gran sonrisa de su taller y su rompecabezas en una mano y bien sujeto para no perderlo o que se le caigan fichas. Seokjin lo espera afuera junto a Jimin, el menor tiene una sonrisa tan o más grande que la suya.
-¿Qué tal tu taller, Seokkie?
-¡Hice un rompecabezas de león! ¡Yo mismo lo dibuje! - le muestra al mayor, con puro orgullo, su obra de arte, y el hombre le felicita con besitos en las mejillas y le ayuda a guardar el objeto de forma que no se dañe ni desarme en la mochila.
Está muy feliz a decir verdad, las manualidades le gustan, y si bien prefiere el baile, admite que el taller es muy, muy divertido.
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Sus clases de iniciación a la danza terminan un mes después, día en el cual deben elegir el tipo de baile que más les gustó para empezar a practicarlo específicamente. Sus maestros lo han alabado por sus capacidades para bailar, sobre todo en áreas que requieren más energía que delicadeza, y eso ya de por sí es un indicio de que los bailes como el contemporáneo, el ballet o el de salón están descartadisimos.
-Ya has pensado bastante estos días Hobi, ¿Crees tener una decisión? - Le pregunta Seokjin, y si, Hoseok cree tenerla.
Por eso, cuando está en el salón, frente a sus maestros, después de que su nombre haya sido llamado en la lista, afirma con seguridad:
-Quiero ir al salón de baile urbano - afirma, y sus profesores, con una sonrisa, no dudan en anotarlo a dicha área felicitandolo por elegir algo que le guste y en lo que se desempeña bien.
Cuando sale de allí, con una sonrisa y listo para iniciar con su aventura de introducción a la danza urbana, todos le abrazan y felicitan por haber dado un pasito más en su desarrollo como futuro gran bailarín.
